viernes, 20 de octubre de 2023

¿Por qué el Libro de Mormón, no menciona la palabra "pirámide"?

(Prof. Javier Tovar)

Una pregunta continua es la que hacen las personas respecto al Libro de Mormón: ¿Por qué en dicho Libro, no encontramos la palabra “pirámide”, siendo que los estudiosos del tema, dicen que Mesoamérica es el mejor candidato para ser la región de los hechos del Sagrado Texto?

Kirk Magleby apunta en su blog Resources of Book of Mormon, que en el Libro de Mormón, se mencionan  las “pirámides”, pero se refiere a ello como “torres”, o “montones”, y estas dos palabras, también se usaron en Mesoamérica.

“Torre” como sinónimo de “Pirámide”.

En el blog arriba citado se dice que en la Biblia se habla de una “pirámide escalonada”, refiriéndose a la Torre de Babel. La cual es una “pirámide escalonada”, por lo mismo sabemos que en el Libro de Mormón, cuando querían referirse a  una “pirámide”, le llamaban “torre”. Eso lo podemos corroborar en la siguiente escritura: Éter 1:33

“Y dicho Jared vino de la gran torre con su hermano y sus familias, y con algunos otros y sus familias, en la época en que el Señor confundió el lenguaje del pueblo…”

Claramente, vemos que la escritura se refiere a la “Torre” de Babel, como una pirámide escalonada en forma de zigurat. Vean la siguiente imagen:

(Las murallas de Babilonia y la torre de Babel, del ilustrador del siglo XIX William Simpson.)

El mismo autor del blog escribió lo siguiente:

“Dado que tanto la Biblia como el Libro de Mormón llaman "torre" a una “pirámide” escalonada mesopotámica, podemos estar bastante seguros de que los nefitas y los lamanitas habrían llamado "torres" a las pirámides escalonadas mesoamericanas"

Por supuesto que lamanitas y nefitas sabían de la “pirámide escalonada”, conocida como “la gran torre”. Así lo expresa Mosíah 28:17:

“Ahora bien, después que Mosíah hubo acabado de traducir estos anales, he aquí, daban una historia del pueblo exterminado, desde la época en que fueron destruidos remontándose hasta la construcción de la gran torre, cuando el Señor confundió el lenguaje del pueblo y fueron esparcidos por toda la superficie de la tierra, sí, y aun desde esa época hasta la creación de Adán”.

Es así que tenemos que el Sagrado Libro se refiere a las “pirámides” como “torres, tal como leemos  en Alma 48: 1 

“Y aconteció que en cuanto hubo logrado Amalickíah el reino, empezó a incitar el corazón de los lamanitas contra el pueblo de Nefi; sí, nombró algunos hombres para que desde sus torres hablarán a los lamanitas en contra de los nefitas".

En este versículo, las torres lamanitas eran estructuras urbanas claramente dominantes”.

“Torres” en Mesoamérica”.

Como ya dijimos, el Libro de Mormón se refiere a “torres” cuando trata de decir “pirámide”, y afortunadamente tenemos la prueba de que en Mesoamérica, se le llamaba “torre”, “templo”, “pirámide”, o “cerro”, a las pirámides:

Aquí la cita de Ligia Rivera cuando escribe sobre la historia mítica de la edificación del mayor centro ceremonial de Mesoamérica, la pirámide de Cholula: 

 “La torre -templo- elaborada de esta manera simboliza, como cerros y montañas, fuente de energía, resguardo de los corazones y la riqueza del pueblo, es réplica del poblado…” (Rivera citando a López Austin: Tamoachan y Tlalocan).

“Formaron el cerro (de Cholula), que lo trajeron los adobes de Amecameca de mano a mano…”

[La mención de Amecameca, como sitio de origen del adobe que contribuye a elevar la torre -templo, pirámide, cerro-, nos sitúa en un dato de suprema importancia]. (Ligia Rivera, 1995).

(“Torre” o “pirámide” de Cholula. Dupaix París, Lám. XVI, fig. 17).

“Montones” como sinónimo de “pirámide”.

En el Libro de Mormón, también existe la palabra “montones” para referirse a uuna pirámide. 

“Y sobre estos montones de tierra hizo colocar vigas, sí, obras de maderos erigidas a la altura de un hombre, alrededor de las ciudades”. (Alma 50:2)

Lo sorprendente es que también existe la palabra “montones” en las culturas prehispánicas mesoamericanas, para referirse a una “pirámide”. 

Por ejemplo en Puebla, México, está un poblado que se llama Teteles de Ávila Camacho, Puebla, y su nombre viene de la raíz “Tetelictic” que significa, “montones de piedra”. Veamos este fragmento:

“La raíz náhuatl que integran el nombre de Teteles, son: tetelti, "montón de piedras", pero se hace alusión al sepulcro de los monarcas. Pero también se menciona el nombre primitivo por el cual se conoció este lugar: Tetelictic, cuya etimología es, cerritos dentro”. 

“Toma este nombre a causa de la existencia de 23 montículos que están situados al norte del poblado, que por la colocación que aguardan, por su altura y por las exploraciones externas que se han hecho, demuestran ser ruinas arqueológicas cubiertas por tierra que el transcurso del tiempo se ha encargado de darle una apariencia de lomeríos naturales”.(Alberto Diez Barroso. 2016).

Aquí la foto del sitio arqueológico donde podemos ver los “montones”, que son las pirámides prehispánicas. Se contabilizaron al menos 14 estructuras o “montones”.

(Levantamiento arqueológico de Teteles, Puebla, donde se observan diversos "montones" o "pirámides).

Con ello comprobamos que a las “pirámides” también se les llamó “montones”, como está escrito en el Libro de Mormón.


La palabra “montaña” como sinónimo de “pirámide”.

En la época prehispánica, a las “pirámides” como hoy las nombramos, también se les llamaba “altépetl” o montaña de agua.

Es decir, a las “pirámides, como la del Templo Mayor, se le llamaba “montaña”

Aquí la explicación de la revista arqueología Mexicana:

“El concepto de la doble montaña lo tenemos, por ejemplo, en los pasos que nos dice Sahagún (1956) que hay que atravesar para llegar al Mictlán, así como en el Códice Vaticano Ríos; es probable que el Templo Mayor desempeñaba este papel al ser el lugar por donde es posible acceder a los niveles celestes y al inframundo”. (Eduardo Matos 2012).

Significado de la palabra “Pirámide”.

Debemos considerar que la palabra “pirámide”, no fue usada en Mesoamérica para designar a esos basamentos religiosos que conocemos en los sitios arqueológicos, pues en Mesoamérica le llamaban “teocalli” o “zacualli”, que significaba en nuestro idioma: “Casa de Dios”.

Debemos recordar que la palabra “pirámide” no es originaria de Mesoamérica. 

En el diccionario etimológico  de Joan Corominas dice que significa lo siguiente: Del latín. pyrămis, -ĭdis, y este del griego πυραμίς, -ίδος pyramís, -ídos; propiamente “pastel de harina de trigo de forma piramidal”, der. de πυρός pyrós 'harina de trigo.(Corominas 2008).


Conclusión.

Después de analizar brevemente el significado de la palabra “pirámide” y luego de saber que el Libro de Mormón se refiere a ellas como “torres” y “montones”, concluimos que, efectivamente, los edificios prehispánicos que conocemos como “pirámides, son mencionados en el Sagrado Libro como “torres o montones”. Por esto y muchas más concordancias, concluimos que Mesoamérica debió ser el escenario de la historia lamanita y nefita.

Por cierto, las “torres”, fueron construidas de manera numerosa en todo Mesoamérica, tanto en el preclásico como en el Clásico, fechas que corresponden a las mismas del Libro de Mormón.




Bibliografía:

“Breve diccionario etimológico de la lengua castellana”, por Joan Corominas, 2008. Editorial Gredos.

“Las pirámides, montañas sagradas”. Eduardo Matos Moctezuma. Revista Arqueología Mexicana. Enero-Febrero 2012, Núm. 101.

“El Proyecto Arqueológico Teteles de Ávila Castillo, investigaciones en la Sierra Norte de Puebla”. Alberto Diez Barroso Repizo. Revistas INAH. 2016.

“La conquista sobrenatural del cielo”. Ligia Rivera Domínguez.Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje. Núm. 11/12, enero-diciembre de 1995, págs. 1099-284.

“Tamoachan y Tlalocan”. López Austin, Pág.165.

Blog: “Resources of Book of Mormon”. Kirk Magleby.


miércoles, 18 de octubre de 2023

EL SACRIFICIO Y CANIBALISMO EN MESOAMÉRICA Y EN EL LIBRO DE MORMÓN.

Por Prof. Javier Tovar.
(Basado en la Evidencia 16 de "Evidence Central")

En el Libro de Mormón se encuentran pasajes históricos que también sucedieron en Mesoamérica, o que por lo menos son muy parecidos.
Llama la atención tantas coincidencias, pero aquí le narramos brevemente una de ellas.
En el tema del sacrificio humano, encontramos evidencia de que dicha práctica se llevó a cabo en Mesoamérica, antes, durante y después del Libro de Mormón.
(Decapitación por degüello. Códice Borgia, lámina 58).

Por ejemplo, en Mormón 4:14 se lee lo siguiente:
"Y también avanzaron contra la ciudad de Teancum, y expulsaron a los habitantes de ella, y tomaron muchos prisioneros, tanto mujeres como niños, y los ofrecieron como sacrificios a sus dioses ídolos". 

Terrible escena la que se narra en estos versículos. Los lamanitas ofrecieron a sus dioses a seres humanos. Sacrificaban mujeres y niños. Solo imaginar lo terrible que fueron estas muertes nos da la idea de cómo se vivían las guerras y como hacían cosas totalmente alejadas del mandato del Señor.

Más adelante tenemos otra escritura que habla de lo mismo. 
Leamos Moroni 9: 7-9
7 "Y ahora escribo algo acerca de los sufrimientos de este pueblo. Porque según el conocimiento que he recibido de Amorón, he aquí, los lamanitas tienen muchos prisioneros, que tomaron de la torre de Sherrizah; y había hombres, mujeres y niños".

8 Y a los maridos y padres de aquellas mujeres y niños han matado; y alimentan a las mujeres con la carne de sus maridos, y a los hijos con la carne de sus padres; y no les dan agua, salvo un poco.

9 “Y a pesar de esta gran a abominación de los lamanitas, no excede la de nuestro pueblo en Moriantum. Porque he aquí, muchas de las hijas de los lamanitas han hecho prisioneras; y después de  privarlos de lo más querido y precioso por encima de todas las cosas, que es la castidad y la virtud”.

Igualmente como en el Libro de Mormón, en Mesoamérica se llevaron a cabo sacrificios de niños y doncellas. Fue una práctica terrible que está documentada en diversas fuentes históricas.
El sacrificio humano se llevó a cabo como parte de los rituales olmecas, mayas, aztecas, etc. 
La decapitación fue la más común de las muertes por sacrificio.
Hasta hace poco se creía que los mayas realizaban dicha práctica de manera eventual, pero nuevas investigaciones muestran que fue muy recurrente, más de lo que se creía.

La extracción de corazones en un evento de entronización de un gobernante es evidente en la Estela 18 de Piedras Negras.
(Estela 18 de Piedras Negras Guatemala. Abajo de la estela, se muestra un sacrificio cuando se está entronizando un gobernante).

Otros métodos de sacrificio fueron, la extracción de entrañas, y el despeñamiento de la persona en precipicios.

La evidencia de sacrificios de niños está registrada desde el año 1600 antes de Cristo. En el Cerro el “Manatí”, municipio de Hidalgotitlan, en Veracruz, a unos 15 kms. de San Lorenzo Tenochtitlán, se encontraron fragmentos de huesos de niños con signos de sacrificio. Había ofrendas en el sitio, por lo que se sabe que era un sacrificio ritual

“De manera similar, en el sitio maya de Colha, Belice, se depositaron treinta cráneos decapitados en un pozo que data del 800 al 850 d.C. La composición de los restos arrojó que se trataba de diez mujeres, diez hombres y diez niños (de edades comprendidas entre seis meses y siete años). 

Investigaciones recientes en la Cueva del Terror de Medianoche de Belice han producido 9.566 huesos, fragmentos de huesos y dientes humanos que fueron depositados durante los últimos 1.500 años. Se encontró que una gran parte de esos huesos eran de niños de cuatro a diez años, lo que sugiere una tendencia creciente de sacrificio de niños desde el período Clásico (200-1000 d.C.) hasta el período Posclásico (1000-1697 d.C.)”.

Como hemos dicho, el sacrificio fue un evento recurrente en donde se consideraba que era pedido por los dioses y se realizaba para alimentarlos. 

En muchos casos , se cree que el sacrificio era para contentar a los dioses  y de ésta manera sus milpas dieran buenas cosechas.

Conclusión

El sacrificio y el canibalismo sucedió en la América antigua. En el caso de Mesoamérica, la práctica se extendió a todas partes. En la región maya está documentado que sucedió desde el preclásico hasta el posclásico.

Lo anterior nos permite concluir que, el Libro de Mormón y Mesoamérica, están enlazados por la triste práctica del sacrificio y canibalismo. El Sagrado Libro menciona que los lamanitas y los nefitas practicaron el sacrificio y el canibalismo y las evidencias Mesoamericanas reportan lo mismo, por lo que podemos decir que no es una casualidad, sino una evidencia de la veracidad del Texto Sagrado.

Más aún, lo anterior nos permite asegurar que José Smith, que fue quien tradujo el Libro por el poder y don de Dios, no supo en su época de los estudios mesoamericanos de la cruel práctica de sacrificios humanos, por lo que también decimos que es una más de las evidencias a favor de la verdad del profeta José y del  Libro de Mormón.



Original: https://evidencecentral.org/recency/evidence/sacrifices-and-cannibalism

ENCUENTRAN HUESOS DE CABALLO DE LA ÉPOCA DEL LIBRO DE MORMÓN. (Profesor Javier Tovar) Podría ser ésta la noticia del año; se acaba de public...