jueves, 24 de noviembre de 2022

RITUALES DE MANOS EN LOS ZAPOTECAS.

Prof. Javier Tovar

En la época prehispánica en México, muchas culturas realizaban ceremonias religiosas en sus templos.
Los artesanos de dichas culturas se encargaron de inmortalizar a algunos de sus gobernantes, haciendo sus figuras en cerámica con posiciones de ritual.
Esos rituales no son propios de Mesoamérica, se ven en muchas partes del mundo.
En el Museo Nacional de Antropología de la Cd. De México, en la sala de Oaxaca, se encuentran dos figuras que ilustran perfectamente lo mencionado.
Se trata de dos gobernantes que mantienen las manos abiertas en la parte media de su cuerpo. Es muy claro que ponen las manos enfrente con los dedos extendidos. En ambos casos, hay pintura roja y amarilla en las figuras de cerámica.

Entendemos por ritual la serie de actividades encaminados a dirigidos a pedir a la deidad. Los rituales implican gestos de los manos acompañados de palabras y son realizadas en un orden previamente establecido. Por supuesto que el simbolismo está presente en todo momento.

La figura 1 llama la atención por los rasgos amenazantes de la cara del personaje. Se alcanza a ver que trae un tocado en forma de mandíbula superior, tal parecer de un jaguar. El personaje muestra el tipo de raza o cultura que vivieron en la época clásica en los alrededores de Oaxaca. La boca está abierta lo que significa que está hablando.
(Figura 1)
La figura 2 es muy similar a la primera. Es un personaje que también tiene un tocado de mandíbula de jaguar. Atrás tiene algo que parecen alas extendidas. Las manos están extendidas al frente con dedos extendidos, en este caso están pintadas de rojo.

Este tipo de figuras generalmente se encuentran en los sitios arqueológicos, por lo que sabemos que fueron sus templos, y si se encontraron en esos lugares, entonces estuvieron representando rituales religiosos, con las figuras de sus gobernantes sacerdotes.
(Figura 2)
Los gestos de las manos dentro de los templos prehispánicos son muy recurrentes en la plástica mesoamericana.

En la mayoría de las veces, las ceremonias prehispánicas fueron con fines agrícolas, en otras ocasiones para la protección de los dioses en la guerra, y también para ceremonias religiosas personales. Hubo muchas razones por las hacían.

A pesar de que estas esculturas zapotecas fueron hechas en un tiempo diferente al del Libro de Mormón, y que como mencionamos, están en ambiente ritual, recordé otro tema que también tiene que ver con la posición de las manos, o los gestos de las manos, como se conoce mejor.

Se trata de un video que publicamos hace dos años, en donde menciona que en el Texto Sagrado, se registró que extender las manos tenía un valor simbólico de poder.

Veamos la escritura. Dice el Libro de Mormón que un anticristo llamado Korihor fue amonestado por el juez Superior y con la misma costumbre mesoamericana de extender las manos, le dijo lo siguiente:

“Ahora bien, cuando el juez superior vio esto, extendió su mano y escribió a Korihor, diciendo: ¿Estás convencido del poder de Dios?”

Después que el Juez superior extendió su mano, Korihor también extendió su mano. Podemos entender que extender la mano era para mostrar su autoridad, para sobreponerse en un estado más alto que el contrincante, era para mostrar respeto.
Leamos lo siguiente: 

“Y Korihor extendió la mano y escribió, diciendo: Sé que estoy mudo, porque no puedo hablar…”  (Alma 30:51)
 
Tanto el juez superior como Korihor extendieron sus manos para sobreponerse al otro. Aquí es como nos damos cuenta que los gestos de los manos tienen un valor que habíamos pasado por alto durante mucho tiempo. Ahora con las figuras con sus manos extendidas al frente sabemos que están documentando uno de los rituales que los zapotecos hacían en sus templos.
Claramente vemos que el uso de las manos extendidas fue costumbre del Libro de Mormón y de las culturas de Mesoamérica. También vimos que los ritos y las ceremonias quedaron plasmadas en figuras de barro o cerámica, lo que nos permite conocer, a pesar de los años, las ceremonias que se hacían en los también llamados “teocallis” 



VIDEO RELACIONADO:

“Las señas de las manos en el Libro de Mormón”.
https://www.youtube.com/watch?v=h7I-EMf6n90

PARA LEER:

BRODA, Johanna. “La ritualidad mesoamericana y los procesos de sincretismo y reelaboración simbólica después de la conquista” 
https://filosofia.buap.mx/sites/default/files/Graffylia/2/14.pdf

Facebook: “Arqueología y Libro de Mormón”.
https://www.facebook.com/groups/arqueologiadellibrodemormon

Blog: Arqueología y geografía del Libro de Mormón.
https://arqueologialibromormon.blogspot.com/

viernes, 18 de noviembre de 2022

UNA FIGURA QUE PARECE UNA OVEJA. ENCONTRADA EN UN SITIO POST-CLÁSICO DE LOS TOLTECAS.

UNA FIGURA QUE PARECE UNA OVEJA. ENCONTRADA EN UN  SITIO POST-CLÁSICO DE LOS TOLTECAS.
(Prof. Javier Tovar)
En el cerro llamado “Xicuco” en las inmediaciones de la zona arqueológica de Tula Hgo. Específicamente en Huitel municipio de Tezontepec Hgo. un ciudadano dedicado al campo, inició una colección de piezas arqueológicas que encontraba en las diferentes milpas de los alrededores del mencionado cerro. Con el tiempo logró juntar algunas piezas de cerámica, de molienda y de otros tipos. Sobresale su colección de “malacatl”, que son piezas circulares de cerámica que servían para hilar. Sin embargo, la pieza que deseo compartir, es la de un animalito que parece una oveja. 

La persona coleccionista llamado Jesús, tiene un espacio que construyó para hacer su museo y allí tiene todo lo que ha encontrado, calculo que tendrá 2,000 piezas pequeñas. El museo no es oficial, las piezas se coleccionaron a manera de rescate. Este hecho puede propiciar que la pieza no sea tomada con la debida importancia como si fuera encontrado en una excavación oficial in situ. 
Y precisamente por la poca seriedad que académicamente se le pueda dar a la figura, sabemos que puede pasar por alto la importancia de “la oveja”. Sin embargo, aun así queremos detallar este hallazgo.
Según la historia oficial de Latinoamérica, muchos animales que hoy tenemos en América, fueron traídos de Europa por los españoles: la vaca, la oveja, el caballo, asno, puerco, etc. Esta historia ha venido cambiando con el tiempo, porque como sabrán, recientemente se encontraron huesos de caballo de la época Mesoamericana, este tema está documentado en varios sitios. (1)

La pieza encontrada en el cerro “Xicuco” es de trascendencia porque se trata de una oveja , animal que supuestamente no existían en América antes de la llegada de los españoles. 

La figura de la oveja es pequeña, mas o menos de 4 cms. de largo, se encontró en contextos arqueológico en donde se hallaron más pedazos de cerámica prehispánica. 
Lo más importante de ésta figura de cerámica, es que no es un tema aislado, sino está en conexión con un hallazgo arqueológico que ha pasado por alto pero que se publicó en un artículo muy importante donde se menciona que hubo borregos en Tula en la época prehispánica, específicamente borrego cimarrón (ovis canadiensis).  Pues existe un estudio académico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que menciona que los estudiosos; Raúl Valadez Azúa y Bernardo Rodríguez Galicia, encontraron restos de borrego cimarrón para comida humana y para ceremonias. (2)
Respecto a la importancia del hallazgo de la figura de la oveja para los estudios del Libro de Mormón es de vital relevancia. 
Mucho se ha hablado de que el Sagrado Libro tiene anacronismos, que tiene errores y que contiene falsedad. Nada más alejado de la realidad.
Por otro lado el hallazgo reportado en 2014 de que los toltecas comían borrego en época prehispánica, vino a dar una fuerza tremenda al Texto Sagrado. Recordemos que dicho Libro menciona en varias ocasiones que los habitantes del Libro de Mormón conocían las ovejas. Por ejemplo cuando Cristo vino a América habló de ellas: 
“ Y de cierto os digo que vosotros sois aquellos de quienes dije: Tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo yo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño y un pastor”. 3 Nefi 15:21

También hay más escrituras que hablan de ovejas. Por lo menos 1500 años antes de Cristo en la época jaredita, cuando ya estaban en la Tierra Prometida (América), hubo un rey llamado Emer que reinó en época de paz y abundancia. Allí se menciona que tenían muchos animales, entre ellos la oveja: 
“y también todo género de ganado, de bueyes, y vacas, y de ovejas, y de cerdos, y de cabras, y también muchas otras clases de animales que eran útiles para el sustento del hombre”. (Eter 9:18).

Es así que vemos que el Libro de Mormón menciona las ovejas y por años no había evidencia de ellas hasta que se empezó hablar del borrego en Tula Hgo. y ahora la figura de una oveja, se encontró en la misma región tolteca.




LEER:
(1)  When Lehi’s Party Arrived in the Land, Did They Find Horses There?https://knowhy.bookofmormoncentral.org/knowhy/when-lehis-party-arrived-in-the-land-did-they-find-horses-there

(2) Raúl Valadez Azúa, Bernardo Rodríguez Galicia,
Uso de la fauna, estudios arqueo zoológicos y tendencias alimentarias en culturas prehispánicas del centro de México,
Anales de Antropología,
Volume 48, Issue 1,
2014,
Pages 139-166,

Páginas recomendadas:
Arqueología del Libro de Mormón.

lunes, 1 de agosto de 2022

LA EDUCACIÓN DE JOSÉ SMITH.

Por prof. Javier Tovar

Basado en Evidence Central #001


¿José Smith escribió,  o tradujo el Libro de Mormón?

Vamos a tratar de las evidencias que tratan de que José Smith tenía una educación limitada y habilidades literarias rudimentarias, cuando tradujo el Libro de Mormón en 1829. 
Esto porque hay quien sigue pensando que el autor del Libro de Mormón fue José Smith y no es así, pues el no tenía la capacidad de hacerlo, porque carecía de conocimientos literarios, a causa de su limitada escolaridad.

En esta breve explicación, deseamos que conozcan el tipo de educación secular que José Smith tenía al traducir el Libro de Mormón. Ya que muchos críticos han dicho que José escribió el Sagrado Libro, porque tenía muchos estudios académicos, y eso no fue verdad.

Los primeros críticos del Libro de Mormón dijeron que era un libro mundano y mal escrito, que reflejaba claramente que había sido compuesto por un autor no calificado, tal como era el caso de José Smith.

En décadas recientes, numerosos estudios han demostrado que el Libro Sagrado es mucho más complejo, sofisticado y antiguo de lo que los primeros críticos parecieron notar. 

Este artículo vuelve a examinar si José Smith, de veintitrés años, tenía las habilidades y la capacidad en 1829 para elaborar un texto como el Libro de Mormón, 

Es difícil de calcular cuánto nivel de escolarización tenía José Smith, pero se cree que difícilmente alcanzó 7 años de educación formal.
En 1832, José Smith escribió de su puño y letra lo siguiente:  “yo estaba privado del beneficio de una educación, baste decir que estaba apenas instruido en la lectura, la escritura y las reglas básicas de la aritmética, todo ello constituyeron todas mis habilidades literarias.”

Por otro lado la madre de José Smith dijo:

“El estaba menos inclinado a la lectura de libros que el resto de nuestros hijos…”
“…Y dijo que a los “dieciocho años de edad, él nunca había leído toda la Biblia en su vida”

Su esposa, Emma, explicó que en el mismo tiempo de la traducción, él “no podía escribir ni dictar una carta coherente y bien redactada; mucho menos dictar un libro como el Libro de Mormón”.

Martin Harris declaró de manera similar que José era “un escritor deficiente, y ni siquiera podía escribir una nota a mano debido a que su educación era muy limitada”.
José se sorprendía al saber que Jerusalén era una ciudad amurallada este es un ejemplo de su relativa ignorancia.

Gente independiente también comentó de la falta de educación de José Smith: 
Puede ser que José Smith asistiera a la escuela secundaria de William E. McLellin en 1834. 

Con respecto a la capacidad mental de José Smith, McLellin comentó:
"Tenía una de las mentes más fuertes, bien equilibradas, penetrantes y retentivas de cualquiera que haya conocido". Sin embargo, no tenía conocimientos ni logros científicos”.

Tenemos pocos escritos personales de José Smith que datan de la fecha cercana a la publicación del Libro de Mormón, pero lo que existe es consistente con la evidencia de la falta de educación académica formal.
Por ejemplo, el erudito literario Robert A. Rees, comentó lo siguiente::

“El relato escrito a mano de José de la Primera Visión escrito en 1832 no es gramatical, está escrito con poco sentido de la puntuación o la estructura compositiva y, aunque es sincero y auténtico, muestra poca evidencia de competencia o confianza estilística o compositiva”. 

Ciertamente hay evidencia de los comienzos de una voz elocuente, pero esa voz es tentativa e inmadura.
Con lo anterior no queremos remarcar la falta de educación formal del profeta Jose Smith, sino mas bien divinizar el trabajo que hizo al traducir, el Libro de Mormón por el don y poder De Dios. 

Podemos decir que “traducir” no es lo mismo que “escribir”. José Tradujo el Libro de Mormón, no lo escribió.


En Conclusión. 

No importa cuántos años o temporadas asistió José Smith a la escuela, 
o cuán rápido aprendió, o cuán aguda su memoria, o cuán creativa su imaginación, no cambia el hecho de que él y quienes lo rodeaban, tanto amigos como enemigos, lo consideraban relativamente ignorante en el momento de la traducción del Libro de Mormón. 

En conjunto, la evidencia apunta fuertemente a que tenía una educación limitada y solo habilidades literarias rudimentarias cuando tradujo el Libro de Mormón en 1829.

La deficiencia académica, ha demostrado ser un obstáculo para las teorías que sitúan a José como el autor principal del Libro de Mormón. 
No es posible que José Smith haya escrito el Libro de Mormón, porque como dice el historiador y erudito literario Grant Hardy:
En el Libro, “hay más de mil años de historia que involucran a unas doscientas personas nombradas y casi cien lugares distintos…
además la narración misma se presenta como el trabajo de tres editores/historiadores principales: Nefi, Mormón y Moroni. 

Estas figuras, a su vez, aseguran haber basado sus relatos en decenas de registros preexistentes.
Y por si fuera poco, el resultado es una mezcla compleja que incorpora múltiples géneros que van desde la narración directa hasta sermones y cartas insertados, comentarios de las Escrituras y poesía. 
Para hacer un Libro así, “Se requiere una paciencia considerable para resolver todos los detalles de cronología, geografía, genealogía y registros de fuentes.
Y sin embargo,  el Libro de Mormón es notablemente consistente en todo esto. 

La cronología se maneja prácticamente sin fallas, a pesar de varias idas y vueltas en el tiempo y narraciones superpuestas temporalmente;

“…y los narradores mantienen en orden las conexiones familiares entre los veintiséis registradores nefitas y los cuarenta y un reyes jareditas incluidas las líneas rivales”.

¿Se pueden realmente atribuir este tipo de características complejas al talento literario creativo de José Smith en 1829?
Daniel C. Peterson cree que no. 

"La estructura intrincada y la complejidad detallada del Libro de Mormón está  mejor explicada como el trabajo de varios escritores antiguos, que usaron varias fuentes escritas en el espacio de siglos, que pensar que la mente creadora del Libro, fue la mente de un granjero apenas educado de los Estados Unidos."

Esta situación invita a creer en la afirmación repetida de José, pues dijo que tradujo el Libro de Mormón por el "don y el poder de Dios", más que por sus propios talentos literarios.

  COSTUMBRES DE LAS GUERRAS DEL LIBRO DE MORMÓN.  –Parte 2- (Estaban vestidos con ropa gruesa y cascos) Por el Prof. Javier Tovar. Después d...