domingo, 7 de enero de 2024

“EL ESCENARIO MESOAMERICANO DEL LIBRO DE MORMÓN”

(PARTE 2)  1 NEFI 1-5 

8 -14 Enero

Prof. Javier Tovar

1 NEFI 1
La lectura del Libro de Mormón comienza con la historia de una familia que vivía en Jerusalén, que fue mandada por Dios, salir de dicha ciudad ya que había mucha iniquidad, más o menos en el año 600 antes de Cristo.
El capítulo de 1 Nefi: 3, dice Nefi que, hacía "...la relación en el lenguaje de su padre: el cual era la ciencia de los judíos y el idioma de los egipcios".
Y este tema es fascinante, porque hay una prueba irrefutable de que Lehi y Nefi, escribieron las planchas de oro en un estilo de escritura israelita  que se usó en el siglo VII antes de Cristo.
Es todo un tratado este descubrimiento, que en clases futuras vamos a retomar pero en este momento puedo decirles que el descubrimiento de un estilo literario israelita, usado allí en Jerusalén donde Lehi y su familia vivieron se conoce como “Quiasmo”, el cual es un género literario que se hace a partir de repetición de frases o términos iguales, pero de manera cruzada y conservando una simetría.
Esto es sensacional: El Libro de Mormón contiene “Quiasmos”, y usted los puede encontrar en el Sagrado Libro.
Por favor lea en internet el artículo llamado: “¿Cómo refleja el texto del Libro de Mormón un estilo de escritura israelita del siglo VII a.C.?  (1).
También es muy interesante saber que Lehi, el padre de Nefi, era un científico. Nefi dijo que aprendió “de la ciencia de su padre", por lo que sabía los idiomas hebreos y egipcio.
Por cierto, estos dos idiomas se habían alterado, y mil años después, ya se conocía como “egipcio reformado”, así fue como llamaron a la mezcla de los dos idiomas. Así es como, solo los nefitas llamaron al lenguaje escrito en las planchas de oro. 
Brian D. Stubbs ha estudiado la familia de lenguas uto-aztecas, idiomas mesoamericanos y encontró muchas similitudes con las lenguas semíticas. 
El egipcio y el hebreo fueron escritos en Mesoamérica, así que esa puede ser la razón de tener similitudes de idiomas prehispánicos con el idioma semítico.
En el KnoWhy # 0538, en un artículo llamado “¿Qué sabemos acerca del lenguaje nefita?, podemos encontrar más información del tema. (2).
Pero entonces, Lehi era un hombre de mucho conocimiento y un hombre obediente a Dios: Un profeta.
Los judíos se burlaron de sus profecías; 
"...les dio testimonio de que las cosas que había visto y oído, así como las que había leído en el libro, manifestaban claramente la venida de un Mesías y también la redención del mundo.. (1 Nefi 1:19).
Respecto a la fecha que Lehi salió de Jerusalén, en donde menciona que fue en el primer año del reinado de Sedequías, rey de Judá, hay lectura adicional. Pueden verla en los KnowWhy, que es una serie de artículos de Central de las Escrituras, que sirven para tener mayor comprensión de las escrituras. En este caso en el KnowWhy # 0475, hay más información de la fecha que Lehi salió de Jerusalén.(3).
1 NEFI 2
En el versículo 2 de este capítulo, hay tesoros maravillosos. Llama la atención que:
Y sucedió que el Señor le mandó a mi padre, en un sueño, que partiese para el desierto con su familia.”. 
Debemos entender que el desierto ha sido el lugar donde Jehová enseñó a los israelitas a confiar en Él. 
Recordemos que desde la época de Moisés, en el evento donde los hebreos salieron de Egipto, (porque estuvieron cautivos), y fueron rumbo al desierto, desde ese momento, el Señor les enseñó en la aflicción, y una vez que estuvieron purificados, pudieron entrar a Tierra Santa.
Juan el Bautista, Elías el profeta, Moisés, Lehi, tuvieron que ir al desierto, obedeciendo a Dios, con el fin de prepararse para sus misiones futuras. Por supuesto que Jesús no fue la excepción. Él Salvador ayuno en el desierto, 40 días y 40 noches. (Mateo 4:1-11)
Esto quiere decir que el desierto representa un lugar de preparación, un sitio que representa la aflicción, y  que una vez que se pasa la tribulación, o la prueba, se pasa a la etapa de la bendición. Esto sucedió con la familia de Lehi y su familia.
Que interesante que Dios mande al desierto a las personas que tienen que desarrollar su fe, e incluso a purificarse espiritualmente.
Más adelante hay otra escritura digna de analizarse: 
Luego de estar viajando por tres días en pleno desierto, Lehi 
“… que erigió un altar de piedras y presentó una ofrenda al Señor, y dio gracias al Señor nuestro Dios”. (1 Nefi 2:7)

En el KnoWhy # 009 llamado “¿Cómo podría Lehi ofrecer sacrificios fuera de Jerusalén?”, se explica que al ofrecer sacrificios, Lehi y su familia cumplian la ley de Moisés y lo hacían por gratitud de haber llegado sanos y salvos, hasta ese punto de sus vidas. 

Dice el artículo antes citado que “El hecho de que Nefi hiciera dos veces  una mención especial de los sacrificios de su padre, incluso a pesar de sus circunstancias peligrosas e inciertas, indicaría que ambos estaban muy conscientes de la importancia de mostrar agradecimiento a Dios por sus bendiciones. Todo esto muestra que para Nefi y Lehi, la ley del sacrificio fue hecha para el hombre, y no el hombre para la ley del sacrificio” (4).
1 NEFI 3.
Aquí tenemos otra extraordinaria lección. Se le manda a Nefi, por medio de un sueño, regresar a Jerusalén a buscar unos “anales” que tenía la genealogía de su familia y contenía otras cosas, sumamente importantes. A esas planchas se le conocieron como “Las planchas de bronce”.
Lo llamativo de este capítulo es que tenemos que considerar que, ya habían caminado muchos kilómetros. En la página de la iglesia dicen que eran como 290 kms. (5).
Imaginemos que salimos de un punto por 290 kilómetros y ahora se nos dice que debemos regresar para recoger algo muy importante. Más de uno se enojaría por ese tipo de mandato. Pues bien eso sucedió con Lamán y Lemuel, se enojaron mucho porque tenían que caminar muchos kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. 
Me pregunto: ¿Cuál hubiese sido mi reacción, si yo hubiese vivido esa experiencia?

          

La famosa escritura de 1 Nefi 3:7 dice:
Y sucedió que yo, Nefi, dije a mi padre: Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles una vía para que cumplan lo que les ha mandado
Éste versículo cobra mayor interés y le da a Nefi, mucho valor como un hijo obediente, porque a pesar de los aproximadamente 290 kilómetros que tenía que regresar a Jerusalén a buscar las planchas de bronce, no dudo en obedecer a su papá que había recibido un mandato del Señor. En cambio Lamán y Lemuel se enojaron, no querían llevar a cabo dicho mandato. Seguramente la distancia era muy larga,  la prueba muy difícil y el enojo, hasta cierto punto  entendible. 
Sabiendo lo anterior, la obediencia de Nefi, es aún más significativa.

NEFI 4
Una vez que fueron rechazados por Labán, los tres hermanos, Nefi, Lamán y Lemuel, regresaron otra vez a Jerusalén para adquirir las planchas de bronce.
Nefi uso experiencias comparativas para convencer a sus enojados hermanos. Les recordó como Moisés había hablado a las aguas del mar Rojo y ésta se abrieron de lado a lado. Les explicó que Dios era su aliado, y les mencionó que así como ayudó a Moisés, también podía ayudarles a ellos a conseguir su noble objetivo.
En una noche, Nefi se acercó a Labán que estaba tirado porque estaba ebrio. Cuando vio la espada, la sacó de su vaina y Nefi se asombró, dijo:
 “…el puño era de oro puro, labrado de una manera admirable, y vi que la hoja era de un acero finísimo.” (1 Nefi 4:9).
Muchos pasan por alto estas palabras, de la referida espada: ¿Cómo sabía Nefi que el puño era de oro puro, y más aún, que estaba labrado de una manera admirable?, ¿Cómo sabía que la hoja de la espada era de acero finísimo?
La espada fue un objeto simbólico muy importante durante los acontecimientos del Libro de Mormón.
Antes que cualquier cosa por favor vean el video llamado “El simbolismo de la espada de Labán” de Central de las Escrituras.
Incluso tenemos un video con el mismo nombre, hecho por su servidor. (6) 

En las escrituras se menciona que la espada de Labán, se transmitió de generación a generación. En Mosíah 1:16 se narra que el rey Benjamín, pronto a morir le entregó las planchas de bronce que habían traído Nefi y sus hermanos de Jerusalén, además de las planchas también le dio la Liahona y la espada de Labán. Esto sucedió unos 450 años después de la salida de Lehi del Desierto. 
Así que es más que evidente que la espada, al igual que otros objetos se fueron transmitiendo por generaciones.
Incluso se menciona que, el rey Benjamín junto con sus ejércitos, hicieron frente a los lamanitas, "...luchó con la fuerza de su propio brazo, con la espada de Labán". ( Palabras de Mormón 1:13).
Podemos darnos cuenta de la importancia de la espada, pero el punto que estamos tratando de explicar es, ¿porque Nefi pudo describir la espada como un objeto bien hecho?.
Es muy probable que  una de las actividades que pudo tener Nefi y su padre, fue el trabajo  de objetos de metal, un oficio relacionado a la metalurgia y herrería.

Por otro lado, mucha gente se burlaba del tema de la espada de acero de Labán, diciendo que en esa época (600 a.C.) no habían espadas de acero, sino que en esa época solo hubieron espadas de hierro o bronce, pero no de acero. Sin embargo en 1980, arqueólogos descubrieron una espada que es similar a la descrita en el Libro de Mormón, la cual fue encontrada en Jericó y data del año 620 a.C. exactamente en el mismo tiempo de la espada de Labán. 
La espada de Jericó que se halló, mide 1 metro de largo por 3 pulgadas de ancho  y como ya dijimos, es de acero fino. 
Ese hallazgo comprueba que, en el año 600 antes de Cristo, si habían espadas de acero, tal y como lo describe el Libro de Mormón.
1 NEFI 5
En éste capítulo sobresalen muchas cosas, entre ella, que una vez que Nefi y sus hermanos rescataron las “planchas de bronce”, se encontraron que contenían los cinco Libros de Moisés. Dice la escritura:
…los cuales relataban la historia de la creación del mundo, y también de Adán y Eva, nuestros primeros padres” (1 Nefi 5: 11)
Estos libros son los que conocemos como Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. En hebreo a estos cinco Libros se le conoce como “Torá”.
Es muy interesante saber que los nefitas conocían el tema de "La Creación" y que este conocimiento estuvo en América, por lo menos desde el año 580 a.C. (En Mesoamérica se le llama el preclásico),  y que ese conocimiento de los orígenes cristianos del hombre, se extendió por todo el continente. 
Esta puede ser la razón de que muchos pueblos prehispánicos manejaron dicho tema de forma continua. 
Otra escritura significativa está en 1 Nefi 5: 14  
Y aconteció que mi padre Lehi también halló sobre las planchas de bronce la genealogía de sus padres, por lo que supo que descendía de José, sí, aquel José que era hijo de Jacob, que fue vendido para Egipto…” 
La genealogía de Lehi es interesante porque supo que era descendiente de José, "el vendido en Egipto", por lo tanto era heredero de todas las promesas profetizadas en la Biblia.
En Alma 10:3 dice que Lehi era descendiente de Manasés:
“Y Aminadí era descendiente de Nefi, que era hijo de Lehi, que vino de la tierra de Jerusalén, y el cual era descendiente de Manasés, que era hijo de José, el que fue vendido para Egipto por sus hermanos”.
Por otro lado, Erastus Snow citó a José Smith diciendo que en las 116 páginas del manuscrito perdido, Ismael era descendiente de Efraín.(7).

Por lo anterior tenemos que en el continente americano, y según el Libro de Mormón, fue poblado por lo menos por tres tribus: El linaje de Efraín, la tenía Ismael,  el de Manasés lo tenía Lehi y  el de Judá lo tenía Mulek, (el de la migración Mulekita). 

En 2 Nefi 3:12 leemos que:
Por lo tanto, el fruto de tus lomos escribirá, y el fruto de los lomos de Judá escribirá y lo que escriba el fruto de tus lomos, y también lo que escriba el fruto de los lomos de Judá, crecerán juntamente para confundir las falsas doctrinas…
[La declaración del Señor a José, quien fue vendido a Egipto, acerca de los escritos de Judá y "el fruto de tus lomos" (2 Nefi 3:12) es muy similar a la declaración del Señor a Ezequiel acerca de los "palos" de Judá. y José (Ezequiel 37:15-22). Cuando estas dos referencias se leen juntas, queda claro que el "vara de Judá" es la Biblia, mientras que el "vara de José" es el Libro de Mormón].



Referencias.
1. ¿Cómo refleja el texto del Libro de Mormón un estilo de escritura israelita del siglo VII a.C.?. Central de las escrituras.
https://knowhy.bookofmormoncentral.org/knowhy/how-does-the-book-of-mormon-text-reflect-a-seventh-century-bc-israelite-writing-style

2. ¿Qué sabemos acerca del lenguaje nefita?. KnoWhys #0583. Central de las Escrituras.
https://centralldm.es/content/que-sabemos-acerca-del-lenguaje-nefita/

3. ¿Cuándo salió Lehi de Jerusalén?. KnoWhys # 0475. Central de las Escrituras.
https://centralldm.es/content/cuando-salio-lehi-de-jerusalen/

4. “¿Cómo podría Lehi ofrecer sacrificios fuera de Jerusalén?”- KnoWhy #049
https://knowhy.bookofmormoncentral.org/knowhy/how-could-lehi-offer-sacrifices-outside-of-jerusalem

5. https://www.churchofjesuschrist.org/study/manual/book-of-mormon-study-guide-for-home-study-seminary-students-2013/1-nephi/unit-2-day-3-1-nephi-3-4?lang=spa

6. El simbolismo de la espada de Labán | Evidencia #004 Prof. Javier Tovar-Kémish Tovar
https://www.youtube.com/watch?v=371T0jS6E30
¿Cómo era la espada de Labán? KnoWhy 401. Central de las Escrituras.
 https://knowhy.bookofmormoncentral.org/knowhy/what-was-the-sword-of-laban-like

“Discourse by Apostle Erastus Snow,” at Logan, Utah, May 6, 1882, see Journal of Discourses, vol. 23, pp. 184, 185.”



 








miércoles, 20 de diciembre de 2023

“EL ESCENARIO MESOAMERICANO DEL LIBRO DE MORMÓN”

 (PARTE 1)  PÁGINAS DE INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE MORMÓN

1-7 Enero. 

Prof. Javier Tovar

Prof. Javier Tovar 

INTRODUCCIÓN:
Nunca dejaremos de estudiar el Libro de Mormón, y siendo investigador del Sagrado Libro, compartiré algunos de mis estudios  y de otros académicos, para tener mas herramientas y conocer un diferente panorama del Texto Sagrado. 
La idea es compartir estudios históricos y arqueológicos que, con buena intención, nos ayuden a comprender mejor el mensaje de la escritura y dar un sentido espacial donde probablemente sucedieron los hechos.

El Libro de Mormón lo podemos ver de dos formas: El espiritual y el académico. El principal es el que el espíritu nos confirma que el texto es verdadero. 
El académico es el que sustenta lo que aprendemos espiritualmente. Le llamamos: “Las evidencias del Libro de Mormón”.

Este estudio va dirigiendo al que quiere saber algo más, al que desea complementar culturalmente su aprendizaje.
Es posible que le agrade imaginar escenarios donde se realizaron tantos eventos del hermoso Libro. Tenemos propuestas que seguro agradará.   
 
Los hechos históricos del "Texto Sagrado" fueron reales, así que, es probable que quieran imaginar; ¿dónde llegaron los nefitas, donde bautizaba Mormón, donde estuvo Zarahemla? En fin, hay propuestas diferentes que les queremos  compartir. Deseo que les sirva y que les apoye de manera personal.

PÁGINAS DE INTRODUCCIÓN DEL LIBRO DE MORMÓN.
"El Sagrado Libro" es un texto que narra la historia de un pueblo guiado por Dios, venido al continente americano. 
En sus páginas de introducción se habla de la visita de ángeles, y de un "Libro" enterrado en una colina, sacado y traducido por medio de un joven llamado José Smith, que más adelante llegó a ser el primer profeta de la verdadera iglesia restaurada.
"El Libro" no trata solamente de civilizaciones antiguas de América sino tiene dos objetivos bien definidos que están en su portada:
1. “… sirve para mostrar al resto de la casa de Israel cuán grandes cosas el Señor ha hecho por sus padres; y para qué conozcan los convenios del Señor y sepan que no son ellos desechados para siempre”.
2 “… Y también para convencer al judío y al gentil de que Jesús es el Cristo, el Eterno Dios, que se manifiesta a sí mismo a todas las naciones.”

La portada del Libro de Mormón ofrece mucho más que una carátula, porque menciona varios propósitos.

Respecto a la historia de las planchas que Moroni enterró, sabemos que, una vez desenterradas, hubo dos grupos de personas que fueron testigos que vieron el Libro de Mormón: uno de tres y otro de ocho.
En 1829 en Fayette Nueva York, Oliver Cowdery, David Whitmer y Martin Harris declararon que un ángel de Dios se les apareció y les mostró las planchas del Libro de Mormón, y que oyeron la voz del Señor declarando que la traducción de José Smith se había llevado a cabo “por el don y poder de Dios”. 
Ocho testigos adicionales, pertenecientes a las familias Smith y Whitmer, declararon que José Smith mismo les mostró las planchas y permitió a cada uno de ellos “sopesar” el objeto antiguo y examinar sus grabados.

TESTIGOS ADICIONALES
Además de los dos grupos de testigos del Libro de Mormón anteriores, hubieron otras personas que tambien vieron y “sintieron” las planchas: 
Después de junio de 1829,  poco después de que el Profeta y Oliver Cowdery fueran a la casa de Pedro Whitmer padre, en Fayette, Nueva York, para trabajar en la traducción, el ángel le mostró las planchas a Mary Whitmer, la mamá de David. 

Varios miembros de la familia Smith reconocieron que José tenía las planchas en su poder, aunque siempre estaban cubiertas. A la familia nunca se les permitió verlas. 
Se ha reportado que después de sacar las planchas del Cerro Cumorah, el padre, la madre y Katherine la hermana del Profeta, manipularon las planchas en una tela de lino con las que José las había cubierto.

Emma dijo que movía las planchas de un lugar a otro mientras ella hacía el trabajo de la casa: “Las planchas a menudo estaban en la mesa, “…envueltas en un pequeño mantel de lino”, dijo. 
También sentí las planchas por sobre la tela y hasta delineó su forma y contorno: “Parecían ser flexibles, como papel grueso, y hacían un ruido metálico cuando el dedo pulgar movía las orillas.”  

William Smith, el hermano menor del Profeta, dijo que aunque nunca vio las planchas descubiertas, las manipuló y las sopesó envueltas en una tela y estimó que pesaban como 27 kilos. 

LA FIABILIDAD DE LOS TRES TESTIGOS. 
Los 3 testigos tuvieron las responsabilidad de testificar de que el Libro había sido traducido por el don y poder de Dios.
Una revelación de junio de 1829 dio instrucciones específicas a los tres testigos en cuanto a su testimonio de las planchas: “Testificaréis que las habéis visto”, mandó el Señor, “así como mi siervo José Smith las vio, porque es por mi poder que él las ha visto”.
 La revelación explicaba además que “es por vuestra fe que podréis verlas”. 
En consonancia, David Whitmer testificó que vio las planchas por “el don y el poder de Dios”.

Cada uno de los tres testigos dio repetidos testimonios de su experiencia en declaraciones publicadas, entrevistas y conversaciones privadas. 
No todos los relatos de los testigos son fuentes igualmente fiables. Algunos eran el resultado de entrevistas con personas que eran hostiles al testimonio de ellos, mientras que otros se registraron años o décadas después de haber dado testimonio. Aun cuando los informes de sus declaraciones varían en algunos detalles, por lo general concuerdan y se ciñen a las instrucciones de la revelación.

A pesar de las diferencias con José Smith que condujeron a cada uno de los tres testigos a apartarse individualmente de la Iglesia (Cowdery y Harris regresaron posteriormente), estos continuaron afirmando su testimonio en calidad de testigos durante toda la vida. Igualmente, cada uno de los ocho testigos reafirmó su testimonio del examen de las planchas, aunque algunos, con el tiempo, se alejaron de la Iglesia. El peso total combinado de sus numerosas declaraciones, fruto de muchos años, y a pesar de la actitud cambiante hacia José Smith y la Iglesia, es un testimonio poderoso de la fiabilidad de sus declaraciones publicadas en el Libro de Mormón.

ACERCA DE LOS TESTIGOS.
En un artículo de Alejandro L. Baugh llamado “Los testimonios de los testigos del Libro de Mormón”, escrito en el Centro de Estudios Religiosos de BYU, se encuentra o siguiente:

“Mientras traducía las planchas, el profeta José Smith, encontró algo sumamente valioso:
En las planchas, a la postre el Libro de Mormón, José Smith encontró que allí estaba escrito, en forma de profecía: 
“que tres testigos verían y testificarían de la veracidad del origen divino del preciado Texto”. 

1 Y yo, Moroni, he escrito las palabras que se me mandaron, según mi memoria; y te he dicho las cosas que he sellado; por tanto, no las toques con el fin de traducirlas; porque esto te está prohibido, a menos que en lo futuro Dios lo juzgue prudente.
2 Y he aquí, tal vez tengas el privilegio de mostrar las planchas a aquellos que ayudarán a sacar a luz esta obra;
3 y por el poder de Dios se mostrarán a tres; por tanto, sabrán con certeza que estas cosas son verdaderas.
4 Y en boca de tres testigos se establecerán estas cosas; y el testimonio de tres, y esta obra, en la cual se mostrará el poder de Dios y también su palabra, de la cual el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo dan testimonio; y todo esto se levantará como testimonio contra el mundo en el postrer día.
(Éter 5:1-4)

Hay otra escritura en el Libro de Mormón, que profetiza de los tres testigos que verían las planchas. Se encuentran en 2 Nefi 27:12 y 2 Nefi 11:3

“Los apóstoles Orson Pratt y Joseph F. Smith entrevistaron a David Whitmer uno de los tres testigos, eso fue en 1878 en Richmond Missouri y esto fue lo que les dijo:
“Fue en junio de 1829—a fines del mes— “…el ángel nos mostró (a los tres testigos) las planchas, supongo para cumplir las palabras del libro mismo. Martin Harris no estaba con nosotros a esa hora, él las vio poco después (ese mismo día). José, Oliver y yo estábamos juntos cuando las ví. No solamente vimos las planchas del Libro de Mormón, también vimos las planchas de bronce, las planchas del Libro de Eter, las planchas que contienen los registros de la maldad y las combinaciones secretas de la gente del mundo en la fecha en que fueron grabadas y Otras muchas planchas. El hecho es, José, Oliver y yo estábamos sentados en un tronco, cuando íbamos iluminados por una luz. No era una luz como la del sol, ni como la del fuego, sino que era más gloriosa y hermosa. Se extendía un poco más allá de nosotros. . . . pero en medio de esta luz. . . . apareció por así decirlo, una mesa y sobre ella muchos registros de planchas, además de las planchas del Libro de Mormón, también la Espada de Labán, los directores—o sea la esfera—que tenía Lehi, y los intérpretes. Los vi tan claramente como veo esta cama. . . . y oí la voz del Señor, tan claramente como he escuchado algo en mi vida, declarando que los registros de las planchas del Libro de Mormón fueron traducidas por el don y poder de Dios”.

Es significativo que Whitmer declaró que él y los otros testigos vieron otras planchas en una mesa además de las planchas de las cuales se tradujo el Libro de Mormón. También declaró específicamente que vieron la espada de Labán, la Liahona y los intérpretes; o sean los artefactos que se les había prometido que se les permitiría ver, [13] aunque no mencionó el pectoral. Además, describió la luz poco habitual que los rodeó durante la visión. Y finalmente, enfáticamente declaró que cada uno de ellos escuchó una voz audible, aún la de Jesucristo resucitado, afirmando que la traducción dada por José Smith era correcta. 

ACERCA DE LOS DOS MANUSCRITOS. 
Respecto a los manuscritos del Libro de Mormón hay un artículo muy interesante llamado “Análisis de los primeros manuscritos”, Evidencia #2.  
Allí encontramos algo muy interesante que podemos leer: 
La colección de páginas manuscritas en las que los escribas registraron el dictado de José Smith se conoce como el Manuscrito Original (O). Luego se utilizó una copia de esta transcripción original, llamada Manuscrito del impresor (P), para componer el Libro de Mormón para su publicación. 3 
La colección de páginas manuscritas en las que los escribas registraron el dictado de Jose Smith, se conoce como “Manuscrito Original”, el cual no contenía puntos, ni comas o signos de interrogación.
 Y la copia de este Manuscrito Original lo llamaron “Manuscrito de la Imprenta”.
De los dos manuscritos, la iglesia tiene el 28% del Manuscrito Original, y el 100% del  Manuscrito de la Imprenta.
 
LA TRADUCCIÓN.
El proceso de traducción del Libro de Mormón tiene muchas aristas interesantes. Por ejemplo, las personas que participaron como escribientes, relataron varios detalles que son consistentes con lo que se observa en los manuscritos del mencionado Libro.
Hay cinco detalles que los anteriores escribas  reportaron acerca de cómo fue la traducción. 
1. José Smith colocaba el Urim y Tumim o la Piedra Vidente en un sombrero que luego acercaba a su rostro como para poder leer de mejor forma.
2. El profeta dictaba por largo tiempo sin detenerse, no hacía referencia a algún libro, incluso no mencionaba las planchas.
3. José Smith deletreaba los nombres desconocidos del Libro de Mormón. La pronunciación de palabras largas, fue mejorando a medida que dictaba las 116 páginas. Mas adelante mejoró y aprendió a pronunciar las palabras difíciles.
4. Durante la sesión de traducción, y después de cada secuencia dictada, el escriba le volvía a leer a José lo que había escrito, para que el profeta verificara que todo estuviera bien. Si había una equivocación, se corregía.
5. José Smith iniciaba una sesión de dictado sin que el escriba le dijera dónde había quedado la sesión anterior.


ACERCA DEL URIM Y TUMIM     
En la página de “Evidence Central”, encontramos la evidencia No. 0005 llamada “Urim y Tumim” que nos dice lo siguiente:
Cuando José Smith comenzó a traducir el Libro de Mormón por primera vez en 1828, utilizó "dos piedras transparentes colocadas en el borde de un arco sujeto a un pectoral". José recibió estos artefactos, conocidos como los intérpretes nefitas, al mismo tiempo que se le confiaban las planchas de oro.  
 
En una entrevista de 1891 publicada por primera vez hasta 1924, el hermano menor de José Smith, William, declaró que las piedras estaban conectadas a una varilla que podía sujetarse al peto y usarse como un par de anteojos. 
Sin embargo, por conveniencia, es posible que Joseph pronto haya quitado al menos una de estas piedras de su soporte y la haya colocado en un sombrero para protegerla de la luz ambiental mientras la miraba. 

En 1829 apareció un artículo en el “Palmyra Freeman” que citaba al mismo José Smith diciendo lo siguiente:
 “Al colocar los anteojos en un sombrero y mirarlo, podía interpretar a los personajes.” 
 En otras ocasiones, José usó lo que se ha dado en llamar “piedra vidente”. 
El Profeta mismo se negó a explicar los detalles del proceso de traducción, excepto para decir repetidamente que fue realizado por el don y el poder de Dios. 
 Cualesquiera que hayan sido los detalles particulares, está claro que el pectoral y los intérpretes eran artefactos vinculados y que fueron preparados con el propósito de traducirlos. 
 
 Los primeros santos no tardaron mucho en darse cuenta de que los intérpretes y las piedras videntes de José eran, en cierto modo, similares al Urim y Tumim del Antiguo Testamento los cuales significan “Luz y perfección”
El mismo José usó el término “Urim y Tumim” para referirse a estos dispositivos en 1836.

¿DÓNDE ESTÁ CUMORAH?.  
(Foto de Javier Tovar del cerro de Pajapán, desde el mar Atlántico)
En relación con la pregunta, ¿Dónde está el Cerro de Cumorah?, por mucho tiempo ha existido confusión en algunos lectores del Libro de Mormón.
Algunos creen que Cumorah está donde el profeta José Smith desenterró las planchas sagradas, otros creen que no es así, dicen que es donde se llevaron a cabo dos guerras mencionadas en el Libro de Mormón.  
El Libro de Mormón narra una historia relacionada a un importante cerro con dos nombres, en dos eventos diferentes: Rama y Cumorah.

Batalla Jaredita.
El primer evento importantes tiene que ver con una batalla en la época jaredita, antes del año 600 antes de Cristo.
Se dice que en esa batalla murieron millones de Jareditas en un lugar llamado “Rama”.

Batalla Nefita.
El segundo suceso tiene que ver con otra batalla, esta vez los nefitas contra los lamanitas en el año 385 d.C. El profeta Mormón padre de Moroni, encabezó al ejército nefita en una batalla que libraron contra los lamanitas. 
La crueldad de la batalla acabó con un triste final en donde solo quedaron vivos 24 nefitas de su ejército que era de 230,000 guerreros. Los lamanitas los vencieron.

Ambos sucesos o batallas, sucedieron en el mismo cerro, los jareditas le llamaron “Rama” y los nefitas le llamaron “Cumorah”.
Como dato interesante debemos recordar que al otro lado del mundo, en Jerusalén, también hubo un cerro llamado “Ramá”,  Ese cerro tuvo el mismo nombre que el de los jareditas, incluso está citado en el Biblia en 2 Samuel: 19-22.

Siguiendo con el tema del cerro Rama/Cumorah, Moroni relató que en ese mismo cerro, su padre Mormón, había ocultado los anales que eran sagrados para los fines del Señor.
Es decir, en un cerro con dos nombres:  “Rama” llamado por los jareditas y “Cumorah” por los nefitas, se llevaron a cabo tres eventos importantes: 
1. Una batalla entre los jareditas antes del año 600 antes de Cristo. 
2. La batalla final entre Nefitas contra lamanitas en el año 385 d.C.
3 El enterramiento de algunas planchas sagradas por medio de Mormón en el año 385 d.C.
En efecto, en el cerro de Cumorah, Mormón escondió todos las planchas que El Señor le había confiado. Pero unas pocas las entregó a su hijo Moroni, quien 36 años después añadió algunos escritos mas. Esas planchas fueron a la larga El Libro de Mormón, y fueron enterradas muy lejos del cerro de las batallas mencionadas.
Para tener una idea de donde está Cumorah, iniciemos con su posible significado:

Ha sido muy difícil saber su traducción, pero el maestro Adán Rocha ha propuesto que la palabra se puede deletrear así en hebreo: 
Qum= significa “Levantarse”
Mor: significa “de luz”
Ra (mah)= significa “Meseta”
Cumorah significaría “La meseta que se levanta en la luz”.
(Foto desde la cima de Pajapán. Cerro propuesto para Cumorah)
 Ahora bien, ¿qué características topográficas y geográficas debe tener el Cerro de Cumorah?.
El Libro de Mormón señala que el cerro debe tener las siguientes características: 
Debe estar en una región de “muchas aguas, ríos, y fuentes.
Debe estar cerca de una costa.
Debe ser grande, tanto como para alcanzar a ver miles de cuerpos.
Debe estar en una zona volcánica.
El cerro debe ser un referente muy conocido y significativo.
Debe haber vestigios de dos lenguajes.
Debe haber talleres de armas de obsidiana.

La mayoría de los estudiosos del Texto Sagrado, ubican a Mesoamérica como el área cultural donde se llevaron a cabo, los eventos del Sagrado Libro, con este supuesto, el cerro de Cumorah, debió estar en ésta Área Cultural, no en otra.
Así que hay dos propuestas para localizar a Cumorah en Mesoamérica; la primera dada a conocer por David Palmer y otros investigadores SUD muy profesionales. Me refiero al “Cerro Vigía”. Se encuentra en la zona olmeca, cerca de una población llamada San Andrés Tuxtla.
El otro lugar es “Pajapan”, es una propuesta relativamente nueva y poco conocida, se propuso este lugar porque desde la cima se logra ver el mar, porque abajo hay un valle, porque hay culturas del tiempo de los jareditas y de los nefitas, porque hay dos idiomas en el lugar, porque está en un lugar cercano a la fabricación de obsidiana etc, etc.

“El Cerro” de Nueva York.
Ahora bien, a más de 1,000 kms. de distancia de lo que fue Mesoamérica, en 1823, Moroni, el profeta que escondió las planchas cuando estaba vivo, alrededor del año 421 d.C. apareció resucitado a José Smith en su casa de Estados Unidos, y le dijo que muy cerca de su hogar estaban enterradas unas planchas que pronto las podría sacar.

José Smith escribió lo siguiente: “Cerca de la aldea de Manchester, Condado de Ontario, Estado de Nueva York, se levanta una colina de tamaño regular, y la mas elevada de todas las de la comarca. Por el costado occidental del cerro, no lejos de la cima, debajo de una piedra de buen tamaño, yacían las planchas, depositadas en una caja de piedra…” (el testimonio del Profeta José Smith, L.M.)
Del anterior escrito, podemos ver que José Smith, no mencionó que el cerro se llamará Cumorah. ¿Por qué razón?, porque no se llamaba así, el nombre se lo pusieron después como un simbolismo o como una conmemoración, incluso por alguna otra razón, pero no se trata del cerro Rama de los jareditas ni el Cumorah de los nefitas.
Entonces en la Restauración del evangelio, ¿quién empezó a hablar de Cumorah en Nueva York, donde el profeta José Smith desenterró las planchas sagradas?
Parece ser que fue Oliverio Cowdery, quien parece haber sido el primero que llamó "Cumorah" al cerro de Nueva York (Cowdery, 1835). Y tampoco sabemos la verdadera razón.
Sabemos que, desde la época de la restauración, al igual que muchos miembros de la iglesia, algunas autoridades generales han dado su opinión respecto a la verdadera ubicación del cerro de Cumorah. Pero como dije anteriormente, aun nadie sabe con exactitud su localización.
En resumen, he señalado porque es difícil de aceptar que el cerro de Manchester Nueva York, donde José Smith encontró las planchas fue Cumorah.
Ese nombre le dieron en la época de la “Restauración”, tal vez como símbolo de un lugar sagrado. 

Hubo un cerro de Cumorah, eso es irrefutable, está escrito en el Libro de Mormón. En dicho lugar hubo batallas entre jareditas y siglos después, la batalla final entre nefitas y lamanitas.
Varios autores propusieron a Mesoamérica como un lugar donde puede estar Cumorah. 
Hay dos propuestas importantes que podrían calificar para ser el cerro Cumorah, uno es el “Cerro del Vigia”, el cual está en una zona cultural olmeca y la otra propuesta, la mas reciente, es el cerro de “Pajapan”, también en zona olmeca, pero son solo propuestas, aún nadie lo sabe, vamos a esperar.
Poco a poco, la verdad saldrá a la luz.


Referencias:
(1) Carta de Joseph F. Smith del 17 de septiembre de 1878, a John Taylor; borrador de los Documentos de Joseph F. Smith, Biblioteca de Historia de la Iglesia (de aquí en adelante se usará CHL). Para una versión publicada ver “Report of Elder Orson Pratt and Joseph F. Smith”, Deseret News, 27 de noviembre de 1878, página 674.

(2) Video del Prof. Javier Tovar  y Kémish Tovar, para Central de las Escrituras: “Los dos manuscritos del Libro de Mormón” | Evidencia #2.
https://www.youtube.com/watch?v=6rEnZ93niUw

(3) Video del Prof. Javier Tovar y Kémish Tovar, para Central de las Escrituras: “El Urim y Tumim” | Evidencia #5 | 1ra PARTE
https://www.youtube.com/watch?v=eg63NRBTjUo

(4) Video del Prof. Javier Tovar y Kémish Tovar, para Central de las Escrituras:  “En dónde está Cumorah?-Mesoamericanismos del Libro de Mormón. Youtube-
https://www.youtube.com/watch?v=uhQwI18ZqWw


viernes, 15 de diciembre de 2023

¿Dónde estuvo del puerto de Hagot?

Por el Prof. Javier Tovar

Del año 56 al 52 antes de Cristo, el Libro de Mormón cuenta una historia muy interesante: En Alma 63:4 - 8, trata de un constructor naval llamado Hagot, que fue un nefita muy hábil y curioso, que fabricaba barcos extremadamente grandes, incluso donde muchos nefitas viajaban con sus esposas, hijos y provisiones. 

Pintura de Israel Trejo
(Pintura de Israel trejo. Muestra la a idea del puerto de Hagot)

Una historia intrigante sin lugar a dudas. El versículo 4 del mismo libro señala que fueron 1.400 hombres con esposas e hijos que abandonaron la tierra de Zarahemla hacia la tierra del norte. 

La pregunta es, ¿dónde construyó los barcos este curioso hombre? ¿dónde estaba el puerto de Hagot? 

Durante muchos años, académicos e investigadores de nuestra Iglesia han estudiado y propuesto a Mesoamérica como el lugar más probable del Libro de Mormón. 

He seguido la pista de la geografía del texto sagrado y he visto muchos puntos indicados en el mapa modelo de la geografía del Libro de Mormón que está en Internet. 

Visité todas las páginas y comparto lo que encontré: Lo primero que puedo decir es que es una ciudad maravillosa y sus alrededores son igualmente bellos. Busque las coordenadas para ubicar el punto propuesto para el puerto de Agoth y llegué a la costa de la comunidad llamada San Luqueño, que está allí, a la orilla de la laguna. 

(Prof. Javier Tovar en el mar del puerto de Paredón, Tonalá, Chiapas, México)

Lo llaman Mar Muerto, aunque es una laguna que conecta con el mar. Lo primero que pensé fue que es muy lógico que un puerto donde se construyeron barcos de gran envergadura, como se menciona en la ciudad escrita, se construyera en aguas tranquilas, para que una vez terminado, ingresaran al mar vivo, el Océano Pacífico. 

(Trayectoria hipotética de la salida de barcos desde el puerto de Hagot. Google Earth)

Es muy interesante que éste pueblo se encuentra a sólo cuatro kilómetros de Paredón, que es la otra costa pesquera, y donde existió un sitio arqueológico del preclásico de la misma época del Libro de Mormón. En el punto propuesto para ser puerto de Hagot, aún podemos observar embarcaciones que sirven al trabajo de los pescadores, ya que su actividad es la pesca. 

Este punto del puerto de Hagot se muestra en nuestro mapa modelo, como puedes verlo ahora n nuestra página de internet llamada "Geografía del Libro de Mormón". 

Éste sitio es muy probable que fuera un lugar donde se construían barcos, ya que la madera del lugar es grande y abundante.

La panorámica aérea nos da una muy buena idea del lugar donde se cree que estuvo este puerto. Allí se habrían construido los barcos y luego podrían haber salido hacia el mar viviente, por el punto llamado donde el mar divide la tierra, como lo nombra el Libro de Mormón. 

(Video aérea del lugar propuesto para el puerto de Hagot)

Esta propuesta no es aislada. Hay muchos puntos alrededor del puerto de Agoth que se entrelazan y se mencionan en la lectura del Libro Sagrado. Mira el paisaje, es maravilloso. Proponemos que este lugar sea el puerto de Hagot porque se corresponde muy bien con otros puntos propuestos, incluso  también hay arqueología de la misma época. 

(Foto aérea del punto propuesto para el ùerto de Hagot. Costa de Tonalá, cerca de Paredón)

En dicha área hay otros puntos mencionados en el libro de Mormón, tal como  el “Cuello Estrecho”,  “el Mar que Divide la Tierra”, (la línea divisoria que separa la tierra de Desolación de la tierra de Abundancia), “El Paso Estrecho y “El Pasaje Estrecho”. 

Este lugar en el municipio de Tonalá, Chiapas, tiene todos los elementos para pensar muy seriamente que podría ser el lugar donde Hagot construyó los barcos. 



Notas:

Página de Geografía del Libro de Mormón:

https://geografia.centralldm.es/

viernes, 17 de noviembre de 2023

LA SERPIENTE MÁS ANTIGUA DE MESOAMÉRICA.

(Prof. Javier Tovar)
Cuando leemos en el Libro de Mormón, que Cristo vino a América, dejamos de pensar en los detalles de su venida. Por ejemplo, no pensamos en que nuestro Salvador, resucitado, debió hablar la lengua de la cultura que visitó. Si llegó a Mesoamérica, como la mayoría de los estudiosos cree, entonces muy seguro se dirigió a los pobladores en el idioma maya. SI llegó a otros pueblos, se habría dirigido en su propio idioma; quechua, aimara, guaraní, etc.
Hablando de la época prehispánica de Mesoamérica, específicamente en el área maya, fue común referirse a su divinidad principal como Kukulcán, que significa “la serpiente emplumada”. En el Altiplano Central le llamaron Quetzalcóatl. En ambos casos trataba del dios del cielo y la tierra.

¿Por qué serpiente emplumada?
Porque hace referencia a dos cualidades del Dios visitante: la de estar en el cielo, como un ave, y de estar o bajar a la tierra como una serpiente. Y es que el significado de Kukulcán o Quetzalcóatl se refiere a “la serpiente emplumada”; el ser que del cielo (el ave), bajó a la tierra (serpiente), para vivir con los hombres. El ave representa el cielo, por eso el símbolo de la pluma y la serpiente representa la tierra porque es un animal que está totalmente pegado a ella. Y no es la primera vez que al Salvador se le asoció con una serpiente, en la Biblia, en Números 21:8-9, los hebreos utilizaron una serpiente de bronce, que, puesta en una asta, curaba al enfermo que dirigía su mirada al símbolo. La serpiente era la representación de Jesucristo.

En San José Mogote, Oaxaca, se encuentra una de las representaciones de la "serpiente emplumada", más antigua de Mesoamérica. Se trata de la representación que se encuentra en un plato que data entre los años 1500 a 800 antes de Cristo. Evidentemente estamos hablando del Preclásico. Allí podemos ver claramente el dibujo de una serpiente que tiene plumas en el cuerpo y en la coronilla de su cabeza.
Es de las representaciones de serpientes, más antiguas que conocemos, incluyendo la serpiente que se encuentra en el Monumento 19 de La Venta, Tabasco.
Lo interesante del tema, es que en esta época en que se encontró el vestigio, están mencionados los Jareditas en el Libro de Mormón, específicamente en Éter, e incluso el Mapa Modelo de la Geografía del Libro de Mormón, coloca el área de Oaxaca, como un lugar fronterizo con tierras Jareditas.
Por lo que podríamos deducir que, fue lógico que los habitantes de San José Mogote supieran acerca de Jesucristo.
No es nada difícil entonces, que hayan dibujado al Salvador, tomando dos de sus atributos: Estar en el cielo y bajar a la tierra para convivir con el hombre.
(Plato con la figura de una serpiente emplumada. Museo de sitio de San José Mogote. Foto Prof. Javier Tovar)

Por su ubicación cercana a tierras Jareditas, San José Mogote está propuesto para ser la “Tierra de Morón, mencionado en Éter 7:6 en el Libro de Mormón.

En el monumento 19 de La Venta, también tiene la representación de la serpiente, en este caso está formando una cueva con su cuerpo, adentro de la cueva se halla un personaje sosteniendo unas planchas. La serpiente tiene un copete de plumas, evidenciando que se trata de la “serpiente emplumada”.
La Venta, municipio de Huimanguillo Tabasco, es un sitio arqueológico del preclásico ya que se encuentra fechado en los años 1,200 a 400 antes de Cristo, por lo que claramente podemos decir que está fechada en el mismo tiempo de los Jareditas.
(Monumento 19. La Venta Tabasco. Foto: Mediateca INAH)


Las serpientes emplumadas como las que se encuentran en el plato del Museo de sitio de San José Mogote y la del Monumento 19 de La Venta en Tabasco, son un claro ejemplo de que, desde tiempos preclásicos, los pueblos originarios de Mesoamérica conocieron y deificaron al Dios blanco y barbado que algún día los visitaría como lo dijo la profecía, y que efectivamente se cumplió. El Salvador vino al continente americano después de su Resurrección.

viernes, 20 de octubre de 2023

¿Por qué el Libro de Mormón, no menciona la palabra "pirámide"?

(Prof. Javier Tovar)

Una pregunta continua es la que hacen las personas respecto al Libro de Mormón: ¿Por qué en dicho Libro, no encontramos la palabra “pirámide”, siendo que los estudiosos del tema, dicen que Mesoamérica es el mejor candidato para ser la región de los hechos del Sagrado Texto?

Kirk Magleby apunta en su blog Resources of Book of Mormon, que en el Libro de Mormón, se mencionan  las “pirámides”, pero se refiere a ello como “torres”, o “montones”, y estas dos palabras, también se usaron en Mesoamérica.

“Torre” como sinónimo de “Pirámide”.

En el blog arriba citado se dice que en la Biblia se habla de una “pirámide escalonada”, refiriéndose a la Torre de Babel. La cual es una “pirámide escalonada”, por lo mismo sabemos que en el Libro de Mormón, cuando querían referirse a  una “pirámide”, le llamaban “torre”. Eso lo podemos corroborar en la siguiente escritura: Éter 1:33

“Y dicho Jared vino de la gran torre con su hermano y sus familias, y con algunos otros y sus familias, en la época en que el Señor confundió el lenguaje del pueblo…”

Claramente, vemos que la escritura se refiere a la “Torre” de Babel, como una pirámide escalonada en forma de zigurat. Vean la siguiente imagen:

(Las murallas de Babilonia y la torre de Babel, del ilustrador del siglo XIX William Simpson.)

El mismo autor del blog escribió lo siguiente:

“Dado que tanto la Biblia como el Libro de Mormón llaman "torre" a una “pirámide” escalonada mesopotámica, podemos estar bastante seguros de que los nefitas y los lamanitas habrían llamado "torres" a las pirámides escalonadas mesoamericanas"

Por supuesto que lamanitas y nefitas sabían de la “pirámide escalonada”, conocida como “la gran torre”. Así lo expresa Mosíah 28:17:

“Ahora bien, después que Mosíah hubo acabado de traducir estos anales, he aquí, daban una historia del pueblo exterminado, desde la época en que fueron destruidos remontándose hasta la construcción de la gran torre, cuando el Señor confundió el lenguaje del pueblo y fueron esparcidos por toda la superficie de la tierra, sí, y aun desde esa época hasta la creación de Adán”.

Es así que tenemos que el Sagrado Libro se refiere a las “pirámides” como “torres, tal como leemos  en Alma 48: 1 

“Y aconteció que en cuanto hubo logrado Amalickíah el reino, empezó a incitar el corazón de los lamanitas contra el pueblo de Nefi; sí, nombró algunos hombres para que desde sus torres hablarán a los lamanitas en contra de los nefitas".

En este versículo, las torres lamanitas eran estructuras urbanas claramente dominantes”.

“Torres” en Mesoamérica”.

Como ya dijimos, el Libro de Mormón se refiere a “torres” cuando trata de decir “pirámide”, y afortunadamente tenemos la prueba de que en Mesoamérica, se le llamaba “torre”, “templo”, “pirámide”, o “cerro”, a las pirámides:

Aquí la cita de Ligia Rivera cuando escribe sobre la historia mítica de la edificación del mayor centro ceremonial de Mesoamérica, la pirámide de Cholula: 

 “La torre -templo- elaborada de esta manera simboliza, como cerros y montañas, fuente de energía, resguardo de los corazones y la riqueza del pueblo, es réplica del poblado…” (Rivera citando a López Austin: Tamoachan y Tlalocan).

“Formaron el cerro (de Cholula), que lo trajeron los adobes de Amecameca de mano a mano…”

[La mención de Amecameca, como sitio de origen del adobe que contribuye a elevar la torre -templo, pirámide, cerro-, nos sitúa en un dato de suprema importancia]. (Ligia Rivera, 1995).

(“Torre” o “pirámide” de Cholula. Dupaix París, Lám. XVI, fig. 17).

“Montones” como sinónimo de “pirámide”.

En el Libro de Mormón, también existe la palabra “montones” para referirse a uuna pirámide. 

“Y sobre estos montones de tierra hizo colocar vigas, sí, obras de maderos erigidas a la altura de un hombre, alrededor de las ciudades”. (Alma 50:2)

Lo sorprendente es que también existe la palabra “montones” en las culturas prehispánicas mesoamericanas, para referirse a una “pirámide”. 

Por ejemplo en Puebla, México, está un poblado que se llama Teteles de Ávila Camacho, Puebla, y su nombre viene de la raíz “Tetelictic” que significa, “montones de piedra”. Veamos este fragmento:

“La raíz náhuatl que integran el nombre de Teteles, son: tetelti, "montón de piedras", pero se hace alusión al sepulcro de los monarcas. Pero también se menciona el nombre primitivo por el cual se conoció este lugar: Tetelictic, cuya etimología es, cerritos dentro”. 

“Toma este nombre a causa de la existencia de 23 montículos que están situados al norte del poblado, que por la colocación que aguardan, por su altura y por las exploraciones externas que se han hecho, demuestran ser ruinas arqueológicas cubiertas por tierra que el transcurso del tiempo se ha encargado de darle una apariencia de lomeríos naturales”.(Alberto Diez Barroso. 2016).

Aquí la foto del sitio arqueológico donde podemos ver los “montones”, que son las pirámides prehispánicas. Se contabilizaron al menos 14 estructuras o “montones”.

(Levantamiento arqueológico de Teteles, Puebla, donde se observan diversos "montones" o "pirámides).

Con ello comprobamos que a las “pirámides” también se les llamó “montones”, como está escrito en el Libro de Mormón.


La palabra “montaña” como sinónimo de “pirámide”.

En la época prehispánica, a las “pirámides” como hoy las nombramos, también se les llamaba “altépetl” o montaña de agua.

Es decir, a las “pirámides, como la del Templo Mayor, se le llamaba “montaña”

Aquí la explicación de la revista arqueología Mexicana:

“El concepto de la doble montaña lo tenemos, por ejemplo, en los pasos que nos dice Sahagún (1956) que hay que atravesar para llegar al Mictlán, así como en el Códice Vaticano Ríos; es probable que el Templo Mayor desempeñaba este papel al ser el lugar por donde es posible acceder a los niveles celestes y al inframundo”. (Eduardo Matos 2012).

Significado de la palabra “Pirámide”.

Debemos considerar que la palabra “pirámide”, no fue usada en Mesoamérica para designar a esos basamentos religiosos que conocemos en los sitios arqueológicos, pues en Mesoamérica le llamaban “teocalli” o “zacualli”, que significaba en nuestro idioma: “Casa de Dios”.

Debemos recordar que la palabra “pirámide” no es originaria de Mesoamérica. 

En el diccionario etimológico  de Joan Corominas dice que significa lo siguiente: Del latín. pyrămis, -ĭdis, y este del griego πυραμίς, -ίδος pyramís, -ídos; propiamente “pastel de harina de trigo de forma piramidal”, der. de πυρός pyrós 'harina de trigo.(Corominas 2008).


Conclusión.

Después de analizar brevemente el significado de la palabra “pirámide” y luego de saber que el Libro de Mormón se refiere a ellas como “torres” y “montones”, concluimos que, efectivamente, los edificios prehispánicos que conocemos como “pirámides, son mencionados en el Sagrado Libro como “torres o montones”. Por esto y muchas más concordancias, concluimos que Mesoamérica debió ser el escenario de la historia lamanita y nefita.

Por cierto, las “torres”, fueron construidas de manera numerosa en todo Mesoamérica, tanto en el preclásico como en el Clásico, fechas que corresponden a las mismas del Libro de Mormón.




Bibliografía:

“Breve diccionario etimológico de la lengua castellana”, por Joan Corominas, 2008. Editorial Gredos.

“Las pirámides, montañas sagradas”. Eduardo Matos Moctezuma. Revista Arqueología Mexicana. Enero-Febrero 2012, Núm. 101.

“El Proyecto Arqueológico Teteles de Ávila Castillo, investigaciones en la Sierra Norte de Puebla”. Alberto Diez Barroso Repizo. Revistas INAH. 2016.

“La conquista sobrenatural del cielo”. Ligia Rivera Domínguez.Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje. Núm. 11/12, enero-diciembre de 1995, págs. 1099-284.

“Tamoachan y Tlalocan”. López Austin, Pág.165.

Blog: “Resources of Book of Mormon”. Kirk Magleby.


miércoles, 18 de octubre de 2023

EL SACRIFICIO Y CANIBALISMO EN MESOAMÉRICA Y EN EL LIBRO DE MORMÓN.

Por Prof. Javier Tovar.
(Basado en la Evidencia 16 de "Evidence Central")

En el Libro de Mormón se encuentran pasajes históricos que también sucedieron en Mesoamérica, o que por lo menos son muy parecidos.
Llama la atención tantas coincidencias, pero aquí le narramos brevemente una de ellas.
En el tema del sacrificio humano, encontramos evidencia de que dicha práctica se llevó a cabo en Mesoamérica, antes, durante y después del Libro de Mormón.
(Decapitación por degüello. Códice Borgia, lámina 58).

Por ejemplo, en Mormón 4:14 se lee lo siguiente:
"Y también avanzaron contra la ciudad de Teancum, y expulsaron a los habitantes de ella, y tomaron muchos prisioneros, tanto mujeres como niños, y los ofrecieron como sacrificios a sus dioses ídolos". 

Terrible escena la que se narra en estos versículos. Los lamanitas ofrecieron a sus dioses a seres humanos. Sacrificaban mujeres y niños. Solo imaginar lo terrible que fueron estas muertes nos da la idea de cómo se vivían las guerras y como hacían cosas totalmente alejadas del mandato del Señor.

Más adelante tenemos otra escritura que habla de lo mismo. 
Leamos Moroni 9: 7-9
7 "Y ahora escribo algo acerca de los sufrimientos de este pueblo. Porque según el conocimiento que he recibido de Amorón, he aquí, los lamanitas tienen muchos prisioneros, que tomaron de la torre de Sherrizah; y había hombres, mujeres y niños".

8 Y a los maridos y padres de aquellas mujeres y niños han matado; y alimentan a las mujeres con la carne de sus maridos, y a los hijos con la carne de sus padres; y no les dan agua, salvo un poco.

9 “Y a pesar de esta gran a abominación de los lamanitas, no excede la de nuestro pueblo en Moriantum. Porque he aquí, muchas de las hijas de los lamanitas han hecho prisioneras; y después de  privarlos de lo más querido y precioso por encima de todas las cosas, que es la castidad y la virtud”.

Igualmente como en el Libro de Mormón, en Mesoamérica se llevaron a cabo sacrificios de niños y doncellas. Fue una práctica terrible que está documentada en diversas fuentes históricas.
El sacrificio humano se llevó a cabo como parte de los rituales olmecas, mayas, aztecas, etc. 
La decapitación fue la más común de las muertes por sacrificio.
Hasta hace poco se creía que los mayas realizaban dicha práctica de manera eventual, pero nuevas investigaciones muestran que fue muy recurrente, más de lo que se creía.

La extracción de corazones en un evento de entronización de un gobernante es evidente en la Estela 18 de Piedras Negras.
(Estela 18 de Piedras Negras Guatemala. Abajo de la estela, se muestra un sacrificio cuando se está entronizando un gobernante).

Otros métodos de sacrificio fueron, la extracción de entrañas, y el despeñamiento de la persona en precipicios.

La evidencia de sacrificios de niños está registrada desde el año 1600 antes de Cristo. En el Cerro el “Manatí”, municipio de Hidalgotitlan, en Veracruz, a unos 15 kms. de San Lorenzo Tenochtitlán, se encontraron fragmentos de huesos de niños con signos de sacrificio. Había ofrendas en el sitio, por lo que se sabe que era un sacrificio ritual

“De manera similar, en el sitio maya de Colha, Belice, se depositaron treinta cráneos decapitados en un pozo que data del 800 al 850 d.C. La composición de los restos arrojó que se trataba de diez mujeres, diez hombres y diez niños (de edades comprendidas entre seis meses y siete años). 

Investigaciones recientes en la Cueva del Terror de Medianoche de Belice han producido 9.566 huesos, fragmentos de huesos y dientes humanos que fueron depositados durante los últimos 1.500 años. Se encontró que una gran parte de esos huesos eran de niños de cuatro a diez años, lo que sugiere una tendencia creciente de sacrificio de niños desde el período Clásico (200-1000 d.C.) hasta el período Posclásico (1000-1697 d.C.)”.

Como hemos dicho, el sacrificio fue un evento recurrente en donde se consideraba que era pedido por los dioses y se realizaba para alimentarlos. 

En muchos casos , se cree que el sacrificio era para contentar a los dioses  y de ésta manera sus milpas dieran buenas cosechas.

Conclusión

El sacrificio y el canibalismo sucedió en la América antigua. En el caso de Mesoamérica, la práctica se extendió a todas partes. En la región maya está documentado que sucedió desde el preclásico hasta el posclásico.

Lo anterior nos permite concluir que, el Libro de Mormón y Mesoamérica, están enlazados por la triste práctica del sacrificio y canibalismo. El Sagrado Libro menciona que los lamanitas y los nefitas practicaron el sacrificio y el canibalismo y las evidencias Mesoamericanas reportan lo mismo, por lo que podemos decir que no es una casualidad, sino una evidencia de la veracidad del Texto Sagrado.

Más aún, lo anterior nos permite asegurar que José Smith, que fue quien tradujo el Libro por el poder y don de Dios, no supo en su época de los estudios mesoamericanos de la cruel práctica de sacrificios humanos, por lo que también decimos que es una más de las evidencias a favor de la verdad del profeta José y del  Libro de Mormón.



Original: https://evidencecentral.org/recency/evidence/sacrifices-and-cannibalism

ENCUENTRAN HUESOS DE CABALLO DE LA ÉPOCA DEL LIBRO DE MORMÓN. (Profesor Javier Tovar) Podría ser ésta la noticia del año; se acaba de public...