viernes, 17 de noviembre de 2023

LA SERPIENTE MÁS ANTIGUA DE MESOAMÉRICA.

(Prof. Javier Tovar)
Cuando leemos en el Libro de Mormón, que Cristo vino a América, dejamos de pensar en los detalles de su venida. Por ejemplo, no pensamos en que nuestro Salvador, resucitado, debió hablar la lengua de la cultura que visitó. Si llegó a Mesoamérica, como la mayoría de los estudiosos cree, entonces muy seguro se dirigió a los pobladores en el idioma maya. SI llegó a otros pueblos, se habría dirigido en su propio idioma; quechua, aimara, guaraní, etc.
Hablando de la época prehispánica de Mesoamérica, específicamente en el área maya, fue común referirse a su divinidad principal como Kukulcán, que significa “la serpiente emplumada”. En el Altiplano Central le llamaron Quetzalcóatl. En ambos casos trataba del dios del cielo y la tierra.

¿Por qué serpiente emplumada?
Porque hace referencia a dos cualidades del Dios visitante: la de estar en el cielo, como un ave, y de estar o bajar a la tierra como una serpiente. Y es que el significado de Kukulcán o Quetzalcóatl se refiere a “la serpiente emplumada”; el ser que del cielo (el ave), bajó a la tierra (serpiente), para vivir con los hombres. El ave representa el cielo, por eso el símbolo de la pluma y la serpiente representa la tierra porque es un animal que está totalmente pegado a ella. Y no es la primera vez que al Salvador se le asoció con una serpiente, en la Biblia, en Números 21:8-9, los hebreos utilizaron una serpiente de bronce, que, puesta en una asta, curaba al enfermo que dirigía su mirada al símbolo. La serpiente era la representación de Jesucristo.

En San José Mogote, Oaxaca, se encuentra una de las representaciones de la "serpiente emplumada", más antigua de Mesoamérica. Se trata de la representación que se encuentra en un plato que data entre los años 1500 a 800 antes de Cristo. Evidentemente estamos hablando del Preclásico. Allí podemos ver claramente el dibujo de una serpiente que tiene plumas en el cuerpo y en la coronilla de su cabeza.
Es de las representaciones de serpientes, más antiguas que conocemos, incluyendo la serpiente que se encuentra en el Monumento 19 de La Venta, Tabasco.
Lo interesante del tema, es que en esta época en que se encontró el vestigio, están mencionados los Jareditas en el Libro de Mormón, específicamente en Éter, e incluso el Mapa Modelo de la Geografía del Libro de Mormón, coloca el área de Oaxaca, como un lugar fronterizo con tierras Jareditas.
Por lo que podríamos deducir que, fue lógico que los habitantes de San José Mogote supieran acerca de Jesucristo.
No es nada difícil entonces, que hayan dibujado al Salvador, tomando dos de sus atributos: Estar en el cielo y bajar a la tierra para convivir con el hombre.
(Plato con la figura de una serpiente emplumada. Museo de sitio de San José Mogote. Foto Prof. Javier Tovar)

Por su ubicación cercana a tierras Jareditas, San José Mogote está propuesto para ser la “Tierra de Morón, mencionado en Éter 7:6 en el Libro de Mormón.

En el monumento 19 de La Venta, también tiene la representación de la serpiente, en este caso está formando una cueva con su cuerpo, adentro de la cueva se halla un personaje sosteniendo unas planchas. La serpiente tiene un copete de plumas, evidenciando que se trata de la “serpiente emplumada”.
La Venta, municipio de Huimanguillo Tabasco, es un sitio arqueológico del preclásico ya que se encuentra fechado en los años 1,200 a 400 antes de Cristo, por lo que claramente podemos decir que está fechada en el mismo tiempo de los Jareditas.
(Monumento 19. La Venta Tabasco. Foto: Mediateca INAH)


Las serpientes emplumadas como las que se encuentran en el plato del Museo de sitio de San José Mogote y la del Monumento 19 de La Venta en Tabasco, son un claro ejemplo de que, desde tiempos preclásicos, los pueblos originarios de Mesoamérica conocieron y deificaron al Dios blanco y barbado que algún día los visitaría como lo dijo la profecía, y que efectivamente se cumplió. El Salvador vino al continente americano después de su Resurrección.

viernes, 20 de octubre de 2023

¿Por qué el Libro de Mormón, no menciona la palabra "pirámide"?

(Prof. Javier Tovar)

Una pregunta continua es la que hacen las personas respecto al Libro de Mormón: ¿Por qué en dicho Libro, no encontramos la palabra “pirámide”, siendo que los estudiosos del tema, dicen que Mesoamérica es el mejor candidato para ser la región de los hechos del Sagrado Texto?

Kirk Magleby apunta en su blog Resources of Book of Mormon, que en el Libro de Mormón, se mencionan  las “pirámides”, pero se refiere a ello como “torres”, o “montones”, y estas dos palabras, también se usaron en Mesoamérica.

“Torre” como sinónimo de “Pirámide”.

En el blog arriba citado se dice que en la Biblia se habla de una “pirámide escalonada”, refiriéndose a la Torre de Babel. La cual es una “pirámide escalonada”, por lo mismo sabemos que en el Libro de Mormón, cuando querían referirse a  una “pirámide”, le llamaban “torre”. Eso lo podemos corroborar en la siguiente escritura: Éter 1:33

“Y dicho Jared vino de la gran torre con su hermano y sus familias, y con algunos otros y sus familias, en la época en que el Señor confundió el lenguaje del pueblo…”

Claramente, vemos que la escritura se refiere a la “Torre” de Babel, como una pirámide escalonada en forma de zigurat. Vean la siguiente imagen:

(Las murallas de Babilonia y la torre de Babel, del ilustrador del siglo XIX William Simpson.)

El mismo autor del blog escribió lo siguiente:

“Dado que tanto la Biblia como el Libro de Mormón llaman "torre" a una “pirámide” escalonada mesopotámica, podemos estar bastante seguros de que los nefitas y los lamanitas habrían llamado "torres" a las pirámides escalonadas mesoamericanas"

Por supuesto que lamanitas y nefitas sabían de la “pirámide escalonada”, conocida como “la gran torre”. Así lo expresa Mosíah 28:17:

“Ahora bien, después que Mosíah hubo acabado de traducir estos anales, he aquí, daban una historia del pueblo exterminado, desde la época en que fueron destruidos remontándose hasta la construcción de la gran torre, cuando el Señor confundió el lenguaje del pueblo y fueron esparcidos por toda la superficie de la tierra, sí, y aun desde esa época hasta la creación de Adán”.

Es así que tenemos que el Sagrado Libro se refiere a las “pirámides” como “torres, tal como leemos  en Alma 48: 1 

“Y aconteció que en cuanto hubo logrado Amalickíah el reino, empezó a incitar el corazón de los lamanitas contra el pueblo de Nefi; sí, nombró algunos hombres para que desde sus torres hablarán a los lamanitas en contra de los nefitas".

En este versículo, las torres lamanitas eran estructuras urbanas claramente dominantes”.

“Torres” en Mesoamérica”.

Como ya dijimos, el Libro de Mormón se refiere a “torres” cuando trata de decir “pirámide”, y afortunadamente tenemos la prueba de que en Mesoamérica, se le llamaba “torre”, “templo”, “pirámide”, o “cerro”, a las pirámides:

Aquí la cita de Ligia Rivera cuando escribe sobre la historia mítica de la edificación del mayor centro ceremonial de Mesoamérica, la pirámide de Cholula: 

 “La torre -templo- elaborada de esta manera simboliza, como cerros y montañas, fuente de energía, resguardo de los corazones y la riqueza del pueblo, es réplica del poblado…” (Rivera citando a López Austin: Tamoachan y Tlalocan).

“Formaron el cerro (de Cholula), que lo trajeron los adobes de Amecameca de mano a mano…”

[La mención de Amecameca, como sitio de origen del adobe que contribuye a elevar la torre -templo, pirámide, cerro-, nos sitúa en un dato de suprema importancia]. (Ligia Rivera, 1995).

(“Torre” o “pirámide” de Cholula. Dupaix París, Lám. XVI, fig. 17).

“Montones” como sinónimo de “pirámide”.

En el Libro de Mormón, también existe la palabra “montones” para referirse a uuna pirámide. 

“Y sobre estos montones de tierra hizo colocar vigas, sí, obras de maderos erigidas a la altura de un hombre, alrededor de las ciudades”. (Alma 50:2)

Lo sorprendente es que también existe la palabra “montones” en las culturas prehispánicas mesoamericanas, para referirse a una “pirámide”. 

Por ejemplo en Puebla, México, está un poblado que se llama Teteles de Ávila Camacho, Puebla, y su nombre viene de la raíz “Tetelictic” que significa, “montones de piedra”. Veamos este fragmento:

“La raíz náhuatl que integran el nombre de Teteles, son: tetelti, "montón de piedras", pero se hace alusión al sepulcro de los monarcas. Pero también se menciona el nombre primitivo por el cual se conoció este lugar: Tetelictic, cuya etimología es, cerritos dentro”. 

“Toma este nombre a causa de la existencia de 23 montículos que están situados al norte del poblado, que por la colocación que aguardan, por su altura y por las exploraciones externas que se han hecho, demuestran ser ruinas arqueológicas cubiertas por tierra que el transcurso del tiempo se ha encargado de darle una apariencia de lomeríos naturales”.(Alberto Diez Barroso. 2016).

Aquí la foto del sitio arqueológico donde podemos ver los “montones”, que son las pirámides prehispánicas. Se contabilizaron al menos 14 estructuras o “montones”.

(Levantamiento arqueológico de Teteles, Puebla, donde se observan diversos "montones" o "pirámides).

Con ello comprobamos que a las “pirámides” también se les llamó “montones”, como está escrito en el Libro de Mormón.


La palabra “montaña” como sinónimo de “pirámide”.

En la época prehispánica, a las “pirámides” como hoy las nombramos, también se les llamaba “altépetl” o montaña de agua.

Es decir, a las “pirámides, como la del Templo Mayor, se le llamaba “montaña”

Aquí la explicación de la revista arqueología Mexicana:

“El concepto de la doble montaña lo tenemos, por ejemplo, en los pasos que nos dice Sahagún (1956) que hay que atravesar para llegar al Mictlán, así como en el Códice Vaticano Ríos; es probable que el Templo Mayor desempeñaba este papel al ser el lugar por donde es posible acceder a los niveles celestes y al inframundo”. (Eduardo Matos 2012).

Significado de la palabra “Pirámide”.

Debemos considerar que la palabra “pirámide”, no fue usada en Mesoamérica para designar a esos basamentos religiosos que conocemos en los sitios arqueológicos, pues en Mesoamérica le llamaban “teocalli” o “zacualli”, que significaba en nuestro idioma: “Casa de Dios”.

Debemos recordar que la palabra “pirámide” no es originaria de Mesoamérica. 

En el diccionario etimológico  de Joan Corominas dice que significa lo siguiente: Del latín. pyrămis, -ĭdis, y este del griego πυραμίς, -ίδος pyramís, -ídos; propiamente “pastel de harina de trigo de forma piramidal”, der. de πυρός pyrós 'harina de trigo.(Corominas 2008).


Conclusión.

Después de analizar brevemente el significado de la palabra “pirámide” y luego de saber que el Libro de Mormón se refiere a ellas como “torres” y “montones”, concluimos que, efectivamente, los edificios prehispánicos que conocemos como “pirámides, son mencionados en el Sagrado Libro como “torres o montones”. Por esto y muchas más concordancias, concluimos que Mesoamérica debió ser el escenario de la historia lamanita y nefita.

Por cierto, las “torres”, fueron construidas de manera numerosa en todo Mesoamérica, tanto en el preclásico como en el Clásico, fechas que corresponden a las mismas del Libro de Mormón.




Bibliografía:

“Breve diccionario etimológico de la lengua castellana”, por Joan Corominas, 2008. Editorial Gredos.

“Las pirámides, montañas sagradas”. Eduardo Matos Moctezuma. Revista Arqueología Mexicana. Enero-Febrero 2012, Núm. 101.

“El Proyecto Arqueológico Teteles de Ávila Castillo, investigaciones en la Sierra Norte de Puebla”. Alberto Diez Barroso Repizo. Revistas INAH. 2016.

“La conquista sobrenatural del cielo”. Ligia Rivera Domínguez.Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje. Núm. 11/12, enero-diciembre de 1995, págs. 1099-284.

“Tamoachan y Tlalocan”. López Austin, Pág.165.

Blog: “Resources of Book of Mormon”. Kirk Magleby.


miércoles, 18 de octubre de 2023

EL SACRIFICIO Y CANIBALISMO EN MESOAMÉRICA Y EN EL LIBRO DE MORMÓN.

Por Prof. Javier Tovar.
(Basado en la Evidencia 16 de "Evidence Central")

En el Libro de Mormón se encuentran pasajes históricos que también sucedieron en Mesoamérica, o que por lo menos son muy parecidos.
Llama la atención tantas coincidencias, pero aquí le narramos brevemente una de ellas.
En el tema del sacrificio humano, encontramos evidencia de que dicha práctica se llevó a cabo en Mesoamérica, antes, durante y después del Libro de Mormón.
(Decapitación por degüello. Códice Borgia, lámina 58).

Por ejemplo, en Mormón 4:14 se lee lo siguiente:
"Y también avanzaron contra la ciudad de Teancum, y expulsaron a los habitantes de ella, y tomaron muchos prisioneros, tanto mujeres como niños, y los ofrecieron como sacrificios a sus dioses ídolos". 

Terrible escena la que se narra en estos versículos. Los lamanitas ofrecieron a sus dioses a seres humanos. Sacrificaban mujeres y niños. Solo imaginar lo terrible que fueron estas muertes nos da la idea de cómo se vivían las guerras y como hacían cosas totalmente alejadas del mandato del Señor.

Más adelante tenemos otra escritura que habla de lo mismo. 
Leamos Moroni 9: 7-9
7 "Y ahora escribo algo acerca de los sufrimientos de este pueblo. Porque según el conocimiento que he recibido de Amorón, he aquí, los lamanitas tienen muchos prisioneros, que tomaron de la torre de Sherrizah; y había hombres, mujeres y niños".

8 Y a los maridos y padres de aquellas mujeres y niños han matado; y alimentan a las mujeres con la carne de sus maridos, y a los hijos con la carne de sus padres; y no les dan agua, salvo un poco.

9 “Y a pesar de esta gran a abominación de los lamanitas, no excede la de nuestro pueblo en Moriantum. Porque he aquí, muchas de las hijas de los lamanitas han hecho prisioneras; y después de  privarlos de lo más querido y precioso por encima de todas las cosas, que es la castidad y la virtud”.

Igualmente como en el Libro de Mormón, en Mesoamérica se llevaron a cabo sacrificios de niños y doncellas. Fue una práctica terrible que está documentada en diversas fuentes históricas.
El sacrificio humano se llevó a cabo como parte de los rituales olmecas, mayas, aztecas, etc. 
La decapitación fue la más común de las muertes por sacrificio.
Hasta hace poco se creía que los mayas realizaban dicha práctica de manera eventual, pero nuevas investigaciones muestran que fue muy recurrente, más de lo que se creía.

La extracción de corazones en un evento de entronización de un gobernante es evidente en la Estela 18 de Piedras Negras.
(Estela 18 de Piedras Negras Guatemala. Abajo de la estela, se muestra un sacrificio cuando se está entronizando un gobernante).

Otros métodos de sacrificio fueron, la extracción de entrañas, y el despeñamiento de la persona en precipicios.

La evidencia de sacrificios de niños está registrada desde el año 1600 antes de Cristo. En el Cerro el “Manatí”, municipio de Hidalgotitlan, en Veracruz, a unos 15 kms. de San Lorenzo Tenochtitlán, se encontraron fragmentos de huesos de niños con signos de sacrificio. Había ofrendas en el sitio, por lo que se sabe que era un sacrificio ritual

“De manera similar, en el sitio maya de Colha, Belice, se depositaron treinta cráneos decapitados en un pozo que data del 800 al 850 d.C. La composición de los restos arrojó que se trataba de diez mujeres, diez hombres y diez niños (de edades comprendidas entre seis meses y siete años). 

Investigaciones recientes en la Cueva del Terror de Medianoche de Belice han producido 9.566 huesos, fragmentos de huesos y dientes humanos que fueron depositados durante los últimos 1.500 años. Se encontró que una gran parte de esos huesos eran de niños de cuatro a diez años, lo que sugiere una tendencia creciente de sacrificio de niños desde el período Clásico (200-1000 d.C.) hasta el período Posclásico (1000-1697 d.C.)”.

Como hemos dicho, el sacrificio fue un evento recurrente en donde se consideraba que era pedido por los dioses y se realizaba para alimentarlos. 

En muchos casos , se cree que el sacrificio era para contentar a los dioses  y de ésta manera sus milpas dieran buenas cosechas.

Conclusión

El sacrificio y el canibalismo sucedió en la América antigua. En el caso de Mesoamérica, la práctica se extendió a todas partes. En la región maya está documentado que sucedió desde el preclásico hasta el posclásico.

Lo anterior nos permite concluir que, el Libro de Mormón y Mesoamérica, están enlazados por la triste práctica del sacrificio y canibalismo. El Sagrado Libro menciona que los lamanitas y los nefitas practicaron el sacrificio y el canibalismo y las evidencias Mesoamericanas reportan lo mismo, por lo que podemos decir que no es una casualidad, sino una evidencia de la veracidad del Texto Sagrado.

Más aún, lo anterior nos permite asegurar que José Smith, que fue quien tradujo el Libro por el poder y don de Dios, no supo en su época de los estudios mesoamericanos de la cruel práctica de sacrificios humanos, por lo que también decimos que es una más de las evidencias a favor de la verdad del profeta José y del  Libro de Mormón.



Original: https://evidencecentral.org/recency/evidence/sacrifices-and-cannibalism

miércoles, 27 de septiembre de 2023

SITIOS ARQUEOLÓGICOS RELACIONADOS A LOS MENCIONADOS EN EL LIBRO DE MORMÓN.

(Profesor Javier Tovar)

 Aquí tenemos una propuesta de la geografía del Libro de Mormón. En esta ocasión estamos tratando la geografía que se encuentra en Tonalá Chiapas, en la costa del mismo nombre del estado.

En Alma 22:31-33 se halla la descripción de una serie de nombres que están más o menos juntos. A continuación, les mencionaré de manera breve, los asentamientos arqueológicos de la época preclásica, que fueron construidos en la misma época de los hechos del Libro de Mormón.
En la escritura anterior se habla de los lugares siguientes:
1. Una Tierra al norte llamada “Desolación” y una tierra al sur llamada “Abundancia”.
2. Un “Estrecho pasaje”.
3. Un mar del Este y un mar del Oeste.

En otras escrituras se habla de lo siguiente
4. “Ciudad de Desolación” (Mormón 3:5-8).
5. “Pequeña o Estrecha lengua de tierra” (Alma 22:32).
6. “Estrecho paso” (Alma 50:34).
7. “Puerto de Hagot” (Alma 63:5).
8. “Sitio donde el mar divide la tierra (Éter 10:20).
9. Frontera entre “Desolación” y “Abundancia” (Alma 50: 33,34).
Todos estos lugares están engranados entre sí, por lo que proponemos que son los mismos que se encuentran en la Costa de Chiapas, en la cercanía de Tonalá Chiapas.
(Lugares del Libro de Mormón ubicados en la costa de Tonalá Chiapas).

TZUTZUCULLI – CIUDAD DE LIB
Hasta el momento, tenemos identificados a la Ciudad del Libro de Mormón llamada, Lib con el sitio arqueológico del preclásico de “Tzutzuculli”.

Lib es el nombre de un rey jaredita, más o menos del año 1500 antes de Cristo, que construyó una ciudad cerca de la Estrecha Lengua de Tierra.
La escritura de Éter 10:19, 20 dice lo siguiente:

"...Y el mismo Lib llegó a ser gran cazador...

...Y construiron una ciudad grande cerca de la estrecha lengua de tierra, cerca del paraje donde el mar divide la tierra”. (Éter 10:20).

Como mencionamos, arqueológicamente tenemos identificado un sitio que puede corresponder con dicha ciudad.
El prof. Javier Tovar propone que "Tzutzutculli" podría ser el lugar donde estuvo la ciudad de Lib, pues la ubicación que dice el Sagrado Libro y el sitio arqueológico coinciden perfectamente.

En Tonalá Chiapas, en el barrio de San Felipe se encontró un sitio arqueológico a orillas del río “Zanateco”, se le llamó “Tzutzuculli”, nombre que quiere decir “arroyo fresco”. Allí se identifican piezas arqueológicas de origen olmeca, precisamente de la época de los jareditas.

PAREDÓN-CIUDAD DE DESOLACIÓN.
“Desolación” es el nombre de una ciudad que se menciona en el Libro de Mormón.
La escritura dice lo siguiente:
“ Y aconteció que en el año trescientos sesenta y uno, los lamanitas llegaron a la ciudad de Desolación para luchar contra nosotros; y sucedió que los derrotamos ese año, de manera que se volvieron a sus propias tierras”. 

“Y en el año trescientos sesenta y dos, volvieron otra vez a la batalla; y de nuevo los derrotamos, y matamos a un gran número de ellos, y sus muertos fueron arrojados al mar”. (Mormón 3:7,8).

Por lo que leemos arriba, “la ciudad de Desolación” debe estar en la orilla de un mar, porque dice que allí fueron “arrojados” los muertos.

Así que identificamos un sitio arqueológico que puede corresponder a la ciudad de Desolación.

Allí en esa población de Paredón, Tonalá, Chiapas, se encontraron hallazgos arqueológicos hoy desaparecidos. Existe un lugar llamado Monte Verde donde era en lugar de enterramientos antiguos. Los lugareños hablan de que antiguamente habían ruinas, de las cuales solo quedó una pared, de allí el nombre de la población de “Paredón”

Toda la región alrededor de Paredón, está considerada como la de asentamientos más antiguos. Investigaciones de arqueología muestran que hubo asentamientos de los “Huaves”, pues el intercambio con esos grupos de Tehuantepec, era muy frecuente, incluso les llamaban también “mareños”, los cuales eran extraordinarios navegantes marítimos.

LOS HORCONES-CONTROL NEFITA
En la carretera Tonalá-Tapachula, a una distancia de 24 kms, se encuentra un sitio arqueológico de la época del Libro de Mormón, justo donde se hallaban los lugares que mencionan Alma 22:33, se llama “Los Horcones”. 
La escritura dice lo siguiente:

“Y sucedió que las nefitas habían poblado la tierra de Abundancia, desde el mar del este hasta el del oeste; y así los nefitas, en su sabiduría, habían cercado con sus guardias y ejércitos a los lamanitas por el sur, para que de ese modo no tuvieran más posesiones en el norte, y así no pudieran invadir la tierra hacia el norte”.

Es decir, había un paso controlado, una especie de aduana, llamada “Estrecho Pasaje”, que las nefitas habían cercado.
Lo interesante es que en Los Horcones, se encontró un asentamiento prehispánico del preclásico tardío, es decir del año 400 antes de Cristo al 200 después de Cristo, en un buen tramo de tiempo de los hechos del Libro de Mormón.
Allí en el sitio arqueológico se encontraron 40 hectáreas de vestigios, montículos de pirámides, 6 juegos de pelota, altares, estelas que contienen calendarios sagrados.
Los teotihuacanos re-usaron el paso, que grupos anteriores tuvieron también,

Ricardo López Vasallo comenta que la autopista que pasa en Los Horcones, destruyó un muro o muralla que servía para controlar el paso de personas, hacia ambas direcciones: el norte o el sur. (López Vasallo 1 julio 2020).

Hay más sitios arqueológicos del preclásico que corresponden a la época del Libro de Mormón, y que están en el área de estudio presente.
El prof. Tovar está incluyendo sitios arqueológicos del área de Tonalá, que podrían estar relacionados también, al Libro de mormón.: Tiltepec, Ocuilapa, La Polka, Las Animas, Macehual y Perseverancia.
(Sitios arqueológicos en áreas que se mencionan en el Libro de Mormón).

(Sitios arqueológicos del preclásico [color rojo] y con amarillo los mencionados en el Libro de Mormón).



sábado, 26 de agosto de 2023

“BREVE ESTUDIO DE LETRAS PROTO-HEBREAS, LOCALIZADAS EN UNA URNA DEL DIOS DESCENDENTE, ENCONTRADA EN DZIBALCHÉN QUINTANA ROO, MÉXICO”.


(Autores: Javier Tovar Baltazar y Adán Rocha)


Letras proto-hebreas identificadas en el "Dios descendente de Dzibalchén, Quintana Roo:

En la cultura maya hay una urna muy interesante y representativa llamada “El Dios Descendente”.  Esta pieza se encontró en Dzibalchén, Quintana Roo, México.

La pieza corresponde al periodo Posclásico Tardío (1250- 1521 d.C.)
Este objeto se encuentra en el Museo Nacional de Antropología e Historia.

“El Dios Descendiente” no solo lo vemos en la urna, también se halla en la zona arqueológica de Tulum, en Quintana Roo. Es muy conocido este dios porque está representado en un basamento piramidal principal. 
(Figura del dios descendente en la zona arqueológica de Tulum)

Lo interesante del “Dios descendente” es la representación de un hombre que va cayendo del cielo. En el caso de la figura de Tulum, aun quedan rastros de pintura azul.
El maestro Adán Rocha, erudito lingüista de letras antiguas ha dicho que es posible identificar el lenguaje original proto-hebreo, en la resultante variación de dicho idioma llamado “maya”.

Considerando lo anterior, y siguiendo las enseñanzas del maestro, he identificado en la escultura del “Dios descendente” algunos símbolos hebreo-Sinaí.

Encontré las letras siguientes:
La letra   , GUIMEL (que se encuentra desde el 2500 a 1500 a.C. en el Egipcio Tinita).
Esta letra también  se siguió usando desde el 1900 hasta 1500 a.C. en el alfabeto Hebreo Sinaí. La misma letra actualmente es la 3ª. del hebreo que se escribe de la siguiente manera:  
El mismo símbolo esta localizado en la escultura del Dios descendente. Se encuentra en la diadema del “Dios Descendiente”. Esta letra significa “REINO”.

Hay otra letra, es la siguiente:    se llama O´YIN. La hallamos desde el Egipcio Pre-tinita que va desde el 3200 a 2500 a.C. Se siguió usando hasta el hebreo Canaán (1500 a 800 a.C.). Esta significa “OJO, ASTRO” o “PLUMA, ASTRO”.
En hebreo es la 16ª  y se escribe así:  
Esta letra se encuentra en los aretes del “Dios descendente”.

Esta letra    ó X se llama TAW, es la 22ª letra del alfabeto hebreo la cual significa INMOLACIÓN (sacrificio hecho en beneficio de otros). También se encuentra en el “Dios Descendente”. Se halla en forma de cruz en la parte inferior de la urna, está en forma de perforación.
La letra es la 22ª. actualmente se escribe así:   
La urna del “Dios descendente” quedaría de la siguiente manera una vez que le agregue los símbolos y sus significados:
(Figura de la urna del dios descendente, con la identificación de letras Sinaí).

El resultado de interpretar la urna con las letras nos ayuda a entender mejor lo que nuestros antepasados quisieron decir. 
Aun falta por interpretar la flor que tiene en la mano, creo esta relacionada con la flor de lirio, muy famosa entre los mayas. Pero aún queda la duda.
Otro detalle importante es el significado de la pintura, en el presente caso, en el rostro se nota la pintura azul maya, y por representaciones encontradas en Bonampak, sabemos que los hombres que eran dedicados al sacrificio eran pintados con ese color, de ahí que tengo la idea que el “Dios descendente” tiene pintura azul maya porque la figura muestra un dios que se sacrifica.

En la siguiente imagen se puede ver la urna del “Dios descendente” en diferente ángulo, lo que ayuda a apreciar mejor la letra TAW, que significa “inmolación”. Es como una cruz. Dicha cruz se ve perforada.
(Figura de este “Dios descendente” donde se observa mejor la letra o símbolo TAW “X” ó el símbolo + , en la parte inferior de la urna).

En resumen. La urna de Dzibalchén, del “Dios descendente”, así como la misma escultura que se encuentra en Tulum, son la expresión iconográfica del único dios que en el mundo cristiano conocemos, a saber, Jesucristo. 
Proponemos que el significado iconográfico de la urna quiere decir: “El inmolado, el que está en los astros (cielos), bajó a reinar”.

En el mundo mesoamericano, hay muchas representaciones más del “Dios descendente”, aquí solo hemos estudiado dos.

Es probable que los mayas supieron del mencionado Dios porque los nefitas y tiempo atrás, los jareditas, hablaron y predicaron del Dios que bajo del cielo a la tierra a ministrar a los hombres.

Son muy claros los símbolos que se ven en la urna de Dzibalchén y en Tulum. Estamos ante una evidencia irrefutable de que Cristo vino a América, tal como lo dice el Libro de Mormón.

Atotonilco de Tula, Hgo. 5 de Septiembre del 2017


viernes, 7 de julio de 2023

     LA EVOLUCIÓN DE LOS MAPAS DEL LIBRO DE MORMÓN DESDE 1830 A 1985.

(Por Javier Tovar)


El presente artículo está basado en gran parte en el artículo de Kirk Magleby, de su blog “Recursos del Libro de Mormón”.
Lo quiero compartir para que tengan una idea de cómo ha evolucionado el estudio de los lugares donde se estima que se desarrollaron los eventos del Sagrado Libro.
Desde la publicación del Libro de Mormón, se hicieron varias conjeturas respecto al lugar donde habrían sucedido los eventos del Sagrado Libro. Y es que esa pregunta fue muy recurrente y hasta cierto punto lógica.

El Libro hablaba de lugares como Zarahemla, Ciudad de Nefi, Tierra de Cumorah, Tierra de Manti, Tierra de Shem, etc. entonces un pensamiento normal era preguntarse, ¿dónde están o dónde estuvieron dichos lugares?.
Lo interesante fue que al no saber de los lugares donde sucedieron los hechos, vinieron las especulaciones.

Por lo mismo Magleby escribió lo siguiente:
“Desde 1830 hasta 1842, los santos, incluido José Smith, participaron en especulaciones relativamente desinformadas sobre las tierras Libro de Mormón. Los restos de nativos americanos que encontraron en su entorno: montículos, esqueletos, puntas de flecha, etc. alimentaron su imaginación”. Algunos pensaron que dichas tierras fueron en los Estados Unidos.

John Barnhiel que fue uno de los escribas del profeta, en su trabajo de traducción de algunos pasajes bíblicos. Fue el que conoció los trabajos de Lloyd Stephens de su libro  Incidents of Travel in Central America, Chiapas and Yucatán”, (Nueva York: Harper & Brothers, 1841), que había llegado a New York y estaba causando una expectación muy grande. 

De repente las costumbres y lugares de Mesoamérica se colocaban como la respuesta a las preguntas escritas inicialmente. 
Es así como ciudades mesoamericanas como Palenque, Quiriguá, Copán, etc. fueron sitios sugeridos en el periódico de la Iglesia, el Times and Seasons, para ser los lugares que se mencionan en el Libro de Mormón.

(Foto 1. Libro de Stepehns y Catherwood, Incidents of Travel in Central America, Chiapas and Yucatán)

Así pasó el tiempo y los santos se siguieron preguntando,dónde exactamente habrían estado los lugares del Libro de Mormón. 

En 1879 Orson Prat publicó una nueva edición del Libro con divisiones de capítulo y versículos que la iglesia Comunidad de Cristo, usan hoy en día. Allí Prat sugiere que el Libro de Mormón sucedió en todo el continente americano, proponiendo que el istmo de Panamá era la “Estrecha lengua de tierra”. La anterior idea prevaleció incluso hasta el siglo pasado.


George Reynols publicó “A complete concordance of the Book of Mormón”, que propuso que Colombia podría ser la ciudad de Zarahemla. El río Magdalena  sería el famoso rió Sidón que fluye hacia el norte. 

Hubo tanta expectación que Benjamin Cluff, Presidente de la Academia de Brigham Young, (más tarde BYU), hizo una desafortunada expedición en 1900-1902. Partió de Provo con destino a Colombia para encontrar específicamente Zarahemla. El abuelo de Kirk Magleby, Heber Lorenzo Magleby fue la mano derecha de Cluff en el viaje. El resultado fue que estando en México, la Revolución Mexicana obligó a la expedición, regresar a Estados Unidos.

  

Hubo más propuestas acerca de donde sucedieron los hechos del Sagrado Libro:

“En México, la expedición de Cluff utilizó el asesoramiento del primer arqueólogo SUD acreditado: Paul Henning. Un lingüista y anticuario alemán que se unió a la Iglesia en México, Henning abogó por el escenario mesoamericano para El Libro de Mormón”.


En 1917, el primer arqueólogo SUD de la Iglesia Reorganizada (ahora Comunidad de Cristo), Louis Hills, publicó su Geografía de México y América Central desde 2234 a. C. hasta 421 d. C., que tuvo gran influencia, en Independence, Misuri. 

Desde entonces, el pensamiento de la Comunidad de Cristo se ha centrado en el río Usumacinta como el Sidón (con especial énfasis en Yaxchilán como un posible Zarahemla). Cabe señalar que Yaxchilán está en la orilla oeste del gran río Usumacinta que corre hacia el norte.


 En 1946, M. Wells Jakeman, Ph.D. de Universidad de  Berkeley, se unió a la facultad de BYU. 

Durante décadas Jakeman enseñó que el Usumacinta fue el río Sidón mencionado en el Libro de Mormón, correlacionando la ciudad de Zarahemla con El Cayo, Chiapas y la ciudad de Abundancia con Aguacatal, Campeche. 

Los estudiantes que tomaron la clase de arqueología de las Escrituras de Jakeman debían crear su propio mapa del Libro de Mormón.


A principios de la década de 1950, apareció en escena una nueva correlación entre Grijalva y río Sidón, defendida por Thomas Stuart Ferguson y John L. Sorenson. Este último y otros pasaron la mayor parte de la temporada de campo de 1953 excavando alrededor de Huimanguillo, Tabasco, en las orillas occidentales de un gran río que fluye hacia el norte. El equipo de campo no pudo encontrar restos pre-clásicos significativos en Tabasco durante el período del Libro de Mormón. 


Cerca del final de la temporada, Ferguson fue a México para una visita. Sorenson y Ferguson emprendieron un rápido reconocimiento motorizado de la Depresión Central de Chiapas siguiendo el río Grijalva río arriba desde Tuxtla Gutiérrez. En la vecindad general de Chiapa de Corzo, encontraron oro: ocupaciones preclásicas dondequiera que miraran. Su emoción por el descubrimiento ha permeado la discusión sobre la correlación entre el Libro de Mormón y Mesoamérica desde entonces. 


No es casualidad que el Centro de Estudios e Investigación de la Fundación Arqueológica del Nuevo Mundo de BYU, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas y gran parte del esfuerzo arqueológico de BYU durante más de cinco décadas, se centró en sitios dentro de la cuenca de drenaje  del Grijalva y la costa del Pacífico de Chiapas/Guatemala (Soconusco).


En 1974, David A. Palmer hizo una convocatoria de artículos y facilitó un intercambio de información con discusiones y revisiones enviadas a todos los participantes por correo. En ese momento, los eruditos SUD del Libro de Mormón estaban convencidos en gran medida de que los eventos descritos en el texto tuvieron lugar en la geografía limitada de Mesoamérica. 

 (Foto 2. Mapa de la Geografía limitada).

Las correlaciones para la ciudad de Nefi (sitio de Kaminaljuyu), y la estrecha lengua de tierra (Tehuantepec) estaban ganando terreno rápidamente, pero había dos candidatos viables para el río Sidón y Palmer estaba ansioso por hacer avanzar la causa hacia ese consenso. Dos académicos presentaron trabajos: John L. Sorenson defendiendo una correlación Santa Rosa/Zarahemla a lo largo del Grijalva en 15 páginas y V. Garth Norman proponiendo una correlación Usumacinta/Sidón sin un candidato obvio para la ciudad de Zarahemla en 150 páginas. Ambos estudiosos coincidieron en una ubicación de Ramah-Cumorah en las montañas de Tuxtla en el sur de Veracruz.


Las ideas de John Sorenson generalmente prevalecieron entre el pequeño grupo de comentaristas, aunque Thomas Stuart Ferguson hizo una revisión negativa y declaró que el problema quedaba sin solución por el momento, mientras que la revisión de Robert F. Smith instó a Sorenson a adoptar más el enfoque contextual histórico de Norman. Cuando terminó el foro en 1975, el resultado oficial no fue concluyente: no se había logrado un consenso. 


Cuando Palmer y Bruce W. Warren emprendieron la expedición fotográfica de la Society for Early Historic Archaeology en 1977, se centraron principalmente en las tierras altas de Guatemala, Chiapas, Veracruz, Oaxaca y el Valle de México, sitios generalmente alineados con el modelo centrado en Grijalva de Sorenson.


En 1983, uno de los primeros proyectos después de que FARMS se mudara de Los Ángeles a Provo fue una presentación multimedia de diapositivas por casetes, titulada "Tierras del Libro de Mormón". Kirk Magleby escribió el guión y John L. Sorenson lo editó. La mayoría de las fotografías provienen de National Geografic, que fue una excepcional colección del fotógrafo Floyd Holdman. 

La banda sonora fue grabada y mezclada profesionalmente en un estudio privado en Provo. Vendieron más de mil copias en todo el mundo. John Fugal, entonces en la facultad de religión de BYU, se convirtió en un gran admirador de la presentación y la mostró docenas de veces en charlas fogoneras. En el guión, Kirk escribió que el consenso académico SUD ubicaba las tierras del Libro de Mormón en Mesoamérica (sur de México y norte de América Central), y que el río Sidón era probablemente el río Grijalva que fluye a través de Chiapas y Tabasco, o puede haber sido el río Usumacinta. Éste río es el que forma la frontera entre Guatemala y México antes de desembocar en la Bahía de Campeche en el Golfo de México. 

Esto resumió bastante la situación en 1983: Fue Mesoamérica las tierras el Libro de Mormón, definitivamente. Con dos ríos como candidatos: Usumacinta o Grijalba.


En 1984, Kirk Magleby trabajó con John L. Sorenson para producir los aclamados mapas de su innovador An Ancient American Setting for The Book of Mormon  (Salt Lake City: Deseret Book & FARMS, 1985). Contrataron al laboratorio de cartografía de la Universidad de Utah. El éxito del libro de John (todavía está impreso) estableció aún más a Grijalva como el principal candidato para el río Sidón.

(Mapa Modelo Compendiado, propuesto por Sorensen, Alle, Norman, Magleby, etc.)


Los estudios de los posibles lugares del Libro de Mormón, ya se hacen también fuera de los Estados Unidos. Hace un par de años, fuimos a caminar por los puntos propuestos muchos años atrás, y estamos precisando los lugares en donde haya evidencia arqueológica que respalde dicho punto. Estamos involucrados en continuar los trabajos de muchos hombres que ya no están en este mundo, personas que dieron talento y recursos para tener el gran avance arriba mencionado. Hoy estoy trabajando con mis hijos y un pequeño grupo de investigadores, con la finalidad de conocer mas del Hermoso Libro de Mormón.


Aquí nuestro Mapa Modelo del Libro de Mormón actual:

https://geografia.centralldm.es/mapa-modelo/?playlist=3db12fa&video=c33c342


domingo, 9 de abril de 2023

LAS VECES QUE SE MENCIONA A JESUCRISTO EN EL LIBRO DE MORMÓN.


El Sagrado Libro es un texto sagrado que se refiere a la historia de una familia que salió de Jerusalén en el tiempo del rey Sedequías. También narra los hechos de los jareditas, otro pueblo guiado por El Señor al continente americano salido en la época de la Torre de Babel.
Ambas migraciones escribieron parte de su historia, la cual fue escondida por muchos años para que en la época moderna, saliera a la luz por medio del profeta José Smith, el cual sacó los textos referidos y los tradujo por el don y poder de Dios. A la postre se llamó el Libro de mormón. Hace pocos años, en la portada de dicho Libro, se anexó la inscripción: “Otro Testamento de Jesucristo”, reforzando la idea de que efectivamente, éste Libro, junto a la Biblia, testifican de la divinidad, existencia, y expiación de Cristo.
(Pintura Cristo en América).
Pocas personas saben que el Libro de Mormón, habla de Jesús específicamente, creen que habla de guerras, de conquistas, de personas, pero no es así. 
Un estudio cuidadoso y de fondo, nos permite saber que el nombre de Jesucristo está escrito de manera numerosa. En ocasiones se le llama Cristo, otras veces Señor, en algunos versículos aparece como Salvador, también se le llama Dios. En fin, se le nombra de muchas maneras, de tal forma que el Libro deja una marca imborrable, que muestra que la figura central del texto es Jesucristo.
Aquí les comparto esta lista donde se muestran, todos los libros con sus versículos, y principalmente, el número de referencias del Salvador:
Son 3.471 veces las menciones que vienen en el Libro de Mormón, siendo el Libro de Alma el que más menciones tiene; 917 veces, claro, también es el que mas versículos contiene, siendo un total de 1,979.

Jesucristo es el personaje central del Plan de salvación, por lo tanto, El Libro de Mormón, base fundamental de nuestra religión, es un Libro de habla específicamente del arrepentimiento, la aceptación del Mesías y la salvación de nuestra alma, por supuesto sin olvidar la parte central: la Expiación de Jesucristo.






ENCUENTRAN HUESOS DE CABALLO DE LA ÉPOCA DEL LIBRO DE MORMÓN. (Profesor Javier Tovar) Podría ser ésta la noticia del año; se acaba de public...